La frágil tranquilidad y pasividad en la seguridad del país se hizo latente el pasado domingo en el municipio de Zapopan, del estado de Jalisco, luego que se registrara una balacera en una de las plazas comerciales más concurridas y donde se congrega la crema y nata de aquel estado, situación que pone en evidencia que estamos a merced de los delincuentes en el momento que ellos quieran.
Fue durante la tarde que un grupo de civiles armados intentaron agredir a una persona, por el momento desconocida, de quien sus escoltas lograron identificar la amenaza para luego comenzar el fuego cruzado con los delincuentes, al menos 12, que accionaron sus armas de igual manera y posteriormente estos fueron tiroteados por elementos de la SEDENA que llegaron al sitio.
La situación registrada en uno de los puntos concurridos por empresarios, políticos, deportistas y personas de alto estrato social, puso en evidencia la frágil tranquilidad que se puede vivir en algunas plazas del país, algo que ya se percibió con el llamado “culiacanazo” y que hasta la fecha se quedó en la terrible memoria de los mexicanos.
Tal vez lo sucedido en la zona metropolitana pudiera ser algo demasiado común en el país, incluso con más víctimas mortales que las de ayer en el enfrentamiento de Andares. Lo peculiar del hecho radica no en el enfrentamiento, sino que para los habitantes de aquel estado pudiera ser el último punto donde se registraría un hecho de similares consecuencias.
Lo antes registrado fue aprovechado por sectores y actores políticos del país para hacer señalamientos de unos contra otros, que si es error de la estrategia del Gobierno Federal o la pasividad del gobierno de Enrique Alfaro para dominar esa parte de la seguridad, una tarea que parece imposible, tanto en Jalisco como en el resto del país.
MIRADA A LA IZQUIERDA
Mucho se habló durante el fin de semana sobre la posibilidad que el huracán Orlene trajera consecuencias por las intensas lluvias tanto en la costa del Pacífico como los estados en donde pudiera reventar, tal y como sucede en Durango, donde la Sierra Madre hizo de nueva cuenta su tarea al no permitir que nos llegue una significativa lluvia.
MIRADA A LA DERECHA
Fue durante este fin de semana que el gobernador Esteban Villegas dio la instrucción para abrir el carril sur del puente Francisco Villa, así, sin inauguración, sin lanzar cuetes ni nada como el mismo lo describió. Es buena la medida y vendrá a aligerar la carga por los carriles laterales, pero que insistimos en que ese puente no tiene ninguna razón de ser en ese punto por uno y mil motivos.
