- Columna Sena de Negros por: Dionel Sena
Según información de la Asociación Mexicana de Agentes de Seguros y Fianzas, al momento, ya son tres los robos con violencia de vehículo que se han registrado a últimos días en la supercarretera Durango-Mazatlán, rúa que es administrada por Caminos y Puentes Federales (CAPUFE) y por donde pasan, miles de vehículos a la semana, generando una importante derrama económica para el gobierno federal, a través del cobro de peaje, que se hace en cada caseta que ronda los mil 600 pesos (viaje redondo), lo que sugeriría que es una vía segura, lo que ya quedó demostrado que no es así, pues una banda de asaltantes está operando con total impunidad, aprovechando la baja vigilancia federal que hay entre los límites con Sinaloa, lo que ha dejado a su suerte a los viajeros o comerciantes que pasan por esta zona del país y que se está tornando peligrosa.
Se sospecha que se trata de la misma banda, pues su modus operandi, es seguir a su objetivo por varios kilómetros hasta lograr detener la marcha de las unidades que son susceptibles a este tipo de atracos y que hasta el momento se ha tratado de vehículos de lujo, a quienes no solo les quitan la unidad motriz, sino que después de ello, llevan consigo a las víctimas hasta decidir en donde dejarlas y que hasta ahora, las han dejado por el puente El Baluarte, por fortuna, sin que el tema haya pasado a mayores, es decir, sin lesionados o muertes que lamentar, lo que sí, es que quienes han vivido la experiencia quedan con un largo trauma que el pago de un seguro, no va a resolver y son personas que seguramente recomendarán no circular por esa carretera, lo que no deja de ser una mala publicidad, aunque en este caso, estaría por demás justificada.
Se sabe que son tres los vehículos que hasta ahora han sido robados con lujo de violencia, por qué justamente ese es el número de pólizas de seguro que se han cobrado cuando las unidades tienen cobertura total en sus seguros, por lo que a las aseguradoras, no les queda de otra mas que cubrir el monto, no sin antes, demandar a las autoridades del orden federal refuercen la vigilancia en ese tramo, pues no deja de ser un foco rojo que debe atenderse con la prontitud debida, máxime cuando el costo que se paga por transitar esa supercarretera, es uno de los más altos no sólo del país, sino también de toda America Latina, por lo que sería importante atender el problema lo antes posible, antes de que el estatus de esa rúa, sea de alta peligrosidad e impacte a ambas entidades, tanto en lo comercial como en el rubro turístico.
Se debe establecer que al ser una vía de comunicación administrada por CAPUFE, es justamente el gobierno federal, el que debería estar encargado de brindar esa seguridad, ya sea a través de la Guardia Nacional o la Secretaría de la Defensa Nacional o incluso, solicitando la colaboración de los gobiernos estatales de ambas entidades, pues solo así, se podrá terminar con un problema que sigue creciendo y que por ahora, la recomendación que se hace, es que cualquier persona que tenga que transitar esa supercarretera, lo haga en horarios diurnos y si se puede, en caravana, ello ante la falta de vigilancia que hay por las noches o a altas horas de la madrugada y en donde la presencia de elementos de alguna corporación policiaca brilla por su ausencia, pero eso sí, siguen cobrando como si fuera la carretera más segura de la nación, lo que es una completa incoherencia.