Por: Álvaro San Juan
Bueno: no hay fecha que no se llegue, ni plazo que no se cumpla. En teoría, Toño Ochoa con su toma de protesta por segunda vez como presidente municipal, arranca su proyecto de nueve años; tres como presidente y seis como gobernador. Pero también, dicen, que del plato a la boca a veces se cae la sopa. En política, los mensajes quien no los pueda descifrar, con el tiempo se paga muy caro la factura. Así de simple.
¡“Haiga sido, como haiga sido”! No es lo mismo rendir protesta en la Velaria donde se pueden llevar 10 mil personas, que 4 mil acarreados a los terrenos de la antigua estación de ferrocarril. Y ya encarrerado el gato, todas y todos los trabajadores del municipio aportaron su granito de arena. La pregunta sigue en el aire: ¿Por qué le cambiaron a Toño la sede? Muchos dicen que fue cuestión de egos por parte del Bicentenario, en cambio otros, dicen como Juan Gabriel: lo que se ve no se pregunta.
En este contexto, de fuentes cercanas al PRI ya se empieza a decir que le están tendiendo una emboscada al flamante presidente municipal por segunda ocasión. Se comenta de personajes del más alto nivel del tricolor, que se le piensa dar terapia a Toño Ochoa, para convencerlo que se vaya de diputadofederal y regrese de candadito a gobernador. Pero el fondo de dicha trampa es otro: que se quede Héctor Vela como presidente municipal suplente, sea él y no Toño el candidato.
Pero también, se rumora que el “gigante” del Bicentenario tiene su plan B. A Toño Ochoa le dice al oído: “vamos juntos estos tres años, tu eres el lobo y Durango es el camino”. Sin embargo, Esteban dada su personalidad, que no les sorprenda si impone como sucesora o suceso, a alguien de su círculo íntimo, sin descartar por supuesto, a su esposa Marisol Rosso. Aún hay más: una cosa es que el PRI haga presidente municipal a un panista y otra, que los priistas lleven a un panista al Bicentenario. Esa es otra historia.
Hay datos y números que el círculo rojo de Toño Ochoa debe analizar y medirle el agua a los camotes. Quien tiene los votos para poner candidata o candidato, es el PRI. Basta recordar que la pasada elección para gobernador el PAN obtuvo solo 100 mil votos y el tricolor poco más de 250 mil. Si así se ven los números, el PRI no necesita al PAN para ganar la gobernatura. A propósito de la frase de Esteban: “Toño, vamos juntos estos tres años”, pero le faltó agregar: juntospero no revueltos.