Durango, Dgo.
De acuerdo con datos oficiales del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en México se registraron durante 2024 un total de 89 mil 527 nacimientos de madres menores de edad, lo que equivale a 245 partos diarios de niñas y adolescentes entre 10 y 17 años.
El desglose de las cifras revela la magnitud del problema:
82 nacimientos fueron de niñas de 10 años, 102 de 11 años, 231 de 12 años, 970 de 13 años, 4,598 de 14 años, 13,767 de 15 años, 28,357 de 16 años, y 41,420 de 17 años.
Estas cifras reflejan una tasa general de 10.1 nacimientos por cada mil mujeres de ese rango de edad, lo que convierte el embarazo infantil y adolescente en uno de los principales desafíos sociales y de salud pública del país.
🚨 Un problema estructural
Organismos internacionales han advertido que los embarazos en menores de edad suelen estar relacionados con contextos de violencia sexual, falta de acceso a educación sexual integral, pobreza y desigualdad de género. En muchos casos, las niñas no cuentan con las herramientas ni la protección necesarias para evitar embarazos tempranos, ni con apoyo institucional para enfrentarlos.
📊 Implicaciones sociales y de salud
El embarazo en niñas y adolescentes representa riesgos médicos graves, pues sus cuerpos no están plenamente desarrollados para gestar, y también conlleva abandono escolar, marginación económica y ciclos de violencia intergeneracional.
Especialistas en salud y derechos humanos coinciden en que urge reforzar políticas públicas de prevención, educación sexual desde edades tempranas y acompañamiento integral a niñas en situación de vulnerabilidad.