Durango, Dgo.
En el norte de México se extiende una de las regiones más enigmáticas del país: la Zona del Silencio. Esta área desértica se ubica predominantemente en el Bolsón de Mapimí, en el estado de Durango, aunque también abarca secciones de Chihuahua y Coahuila.
Su peculiar nombre proviene de las extrañas propiedades magnéticas reportadas en la región, las cuales, según las leyendas, afectan las brújulas y las señales de radio, creando una especie de “silencio” tecnológico.
Un Imán de Leyendas y Ciencia
La Zona del Silencio ha trascendido las fronteras gracias a los misterios y leyendas que la envuelven. Los relatos populares incluyen supuestas:
- Apariciones de OVNIS.
- Caídas frecuentes de meteoritos (un aspecto importante de su fama moderna).
- Historias de plantas y animales con mutaciones extrañas que se han adaptado al desierto.
Debido a estas narrativas, la zona atrae constantemente a científicos, turistas curiosos y buscadores de fenómenos paranormales.
Riqueza Geológica y Clima Extremo
Más allá del misterio, la región es de gran importancia por su composición natural. El área es muy remota, desértica y presenta un clima extremo, lo que dificulta su habitación.
Sin embargo, goza de una significativa riqueza geológica, albergando minerales y fósiles, además de ser el hogar de especies biológicas únicas que se han adaptado a la aridez del desierto. Parte de la fama de la zona también se vincula a la investigación sobre meteoritos y su supuesta relación con experimentos científicos y eventos anómalos.