Es una mentira lo que nos quieren vender; que Durango es uno de los Estados más seguros del país. Desde hace mucho tiempo, por ejemplo, nuestra ciudad capital dejó de ser lo que dice el compositor Ángel Gallardo: “Durango, Durango mi tierra querida, callada y tranquila ciudad colonial”. Hoy en día puede ser cualquier cosa, menos eso, más bien, forma parte del “Durango de mis recuerdos” y con este reborujo ya no sabemos de quien cuidarnos.
Por cierto, en este contexto, datos publicados por organismos internacionales afirman que los países que viven en la legalidad son más felices y no es, el caso de México y ya encarrerado el gato, tampoco Durango. Es una tristeza: los duranguenses, no nos sentimos seguros cuando viajamos a Zacatecas o al puerto de Mazatlán, Sinaloa. No es la primera vez, que ciudadanas y ciudadanos duranguenses son víctimas de la violencia, como el caso más reciente del joven desaparecido en una famosa discoteca del puerto de Mazatlán.
Y hablando de mujeres y de traiciones, usted recordará cuando Ángel Sergio Guerrero Mier y Vicente Fox Quezada, iniciaron lo que hoy se conoce como la supercarretera Durango-Mazatlán, pero otros, la llaman el mega fraude más grande la historia de Durango. Los gobiernos en turno nos vendieron la idea de que, por fin, los duranguenses tendríamos playas cercanas por la super carretera para ir de vacaciones.
Durante algún tiempo en efecto eso sí sucedió, se disfrutaba ir a Mazatlán, pero ahora si pensamos que esa ruta al pacífico sería el inicio para que Durango creciera y se desarrollara, ha sido todo lo contrario. Los únicos que se han beneficiado con la supercarretera son los empresarios de Mazatlán como prestadores de servicios turísticos. Como nunca en la historia creció el turismo en Mazatlán, los inversionistas inmobiliarios también han sido beneficiados, cientos de durangueses han invertido comprando propiedades en el puerto. Sin embargo, como dijo el clásico: la violencia en Mazatlán, Sinaloa, mató la gallina de los huevos de oro.
Parafraseando el título de una telenovela: con violencia, no hay paraíso. Ironías del destino; tenemos una supercarretera para ir de vacaciones a Mazatlán, Pero ¿quién nos asegura, que no podemos ser víctimas de la violencia en cualquier momento? Por fin hace unos días, hubo declaraciones por parte de las autoridades respecto de los riesgos de viajar a Mazatlán y agregaron: no es seguro viajar a Mazatlán. En este contexto, lo importante es que se reconoce que hay la política de seguridad pública del avestruz, por lo pronto lo que importa, es que un día nuestra capital sea otra vez: “la callada y tranquila cuidad colonial”.
