La Duda
De Alejandro Álvarez Manilla
No tengo la menor duda de que la LXVI Legislatura pasará a la historia como una de las más audaces y visionarias de nuestro tiempo.
En su primer año de ejercicio, esta legislatura no solo ha demostrado un ritmo de trabajo inédito, sino que también ha consolidado una visión de país que pone a las personas en el centro de las decisiones.
Reformas que marcan una nueva era
En tan solo un año, se han aprobado 14 reformas constitucionales que abarcan temas fundamentales como justicia, bienestar, igualdad y soberanía.
Estas transformaciones no solo reflejan el compromiso del Congreso con las demandas sociales, sino que también son un testimonio de la voluntad de dar soluciones estructurales a los problemas históricos de México.
Entre las reformas más destacadas está la reestructuración del Poder Judicial. Ahora, los jueces, magistrados y ministros serán electos por voto popular, una medida que fortalece la legitimidad democrática de quienes interpretan y aplican nuestras leyes.
Además, se eliminó el haber de retiro, se redujo el número de ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) de 11 a 9, y se creó el Tribunal de Disciplina Judicial.
Estas modificaciones buscan acercar la justicia al pueblo y erradicar los privilegios que durante décadas definieron al Poder Judicial.
También esta legislatura ha dado pasos firmes para recuperar nuestra soberanía. La reforma que declara estratégicos al litio, el servicio de internet estatal y la energía eléctrica asegura que estos sectores clave permanezcan bajo control nacional.
Esta decisión permitirá que el desarrollo de estas industrias beneficie directamente al pueblo, en lugar de quedar en manos de intereses privados o extranjeros.
Otra de las reformas más trascendentes fue la de bienestar, que garantiza derechos que anteriormente solo existían como programas sociales.
Ahora, las personas con discapacidad permanente menores de 65 años tienen asegurada una pensión; los pequeños agricultores reciben precios de garantía para maíz, frijol, leche, arroz y trigo, y cuentan con fertilizantes subsidiados. Además, el Estado garantizará jornales dignos y seguros para quienes trabajan la tierra y rehabilitación gratuita para personas con discapacidad.
En cuanto a la reforma laboral, no tengo la menor duda de que transformará el acceso a la vivienda para las y los trabajadores. El Infonavit no solo otorgará créditos, sino que también se convertirá en constructor y arrendador de vivienda, ampliando las opciones para garantizar este derecho fundamental.
México también dio un paso histórico al reconocer constitucionalmente a los pueblos y comunidades indígenas y afromexicanas como sujetos de derechos, fortaleciendo su libre autodeterminación y garantizando una mayor participación de las mujeres indígenas en la vida pública.
Por otro lado, la reforma en igualdad sustantiva busca erradicar la brecha salarial por razones de género y garantizar una vida libre de violencia para las mujeres. No tengo duda de que esta reforma establece las bases para un México más igualitario y justo.
Otra de las grandes reformas fue la recuperación del sistema ferroviario de pasajeros. Esta medida no solo busca reactivar un medio de transporte asequible y ecológico, sino también fomentar la conexión entre regiones históricamente marginadas, revitalizando las economías locales.
Blindaje a la Constitución
Una de las reformas más controvertidas es la que declara inimpugnables las modificaciones a la Constitución. Esta medida evita que actores políticos o grupos de poder utilicen el sistema judicial para frenar los avances legislativos. No me queda duda de que, aunque polémica, esta reforma refuerza la estabilidad del marco jurídico mexicano.
Simplificación orgánica y eficiencia gubernamental
En materia de simplificación administrativa, la desaparición de organismos como el INAI y el CONEVAL ha sido recibida con críticas, pero también con respaldo, al trasladar sus funciones a instituciones existentes como la Secretaría de la Función Pública y el INEGI. Esto reduce duplicidades y garantiza un uso más eficiente de los recursos públicos.
Un legado para el futuro
No tengo la menor duda de que la LXVI Legislatura ha pasado de ser una legislatura reformadora a una legislatura transformadora.
Su impacto no se mide únicamente en la cantidad de reformas, sino en la profundidad de las mismas. En menos de 24 horas tras su aprobación en la Cámara de Diputados, varias de estas reformas ya habían sido respaldadas por congresos estatales, consolidando su legitimidad y reflejando un consenso nacional.
México está viviendo una transformación sin precedentes, y esta legislatura es un pilar fundamental de este cambio histórico. No me queda la menor duda de que, en el futuro, se recordará este momento como el punto de inflexión que marcó el inicio de un México más justo, inclusivo y soberano.