Durango, Dgo.
Una niña de 11 años de edad tuvo que ser auxiliada por las autoridades luego de que uno de sus compañeros de escuela le colocara unos candados policiales (esposas) que luego no le pudo quitar.
La intervención fue necesaria dado que la infante ya tenía problemas de circulación, dado que el artefacto le fue colocado con presión excesiva.
El peculiar incidente ocurrió en la primaria Vicente Guerrero, ubicada en el fraccionamiento Las Playas de la ciudad de Durango, durante el recreo.
Según los primeros datos, un niño llevó consigo dichos candados (al parecer propiedad de uno de sus padres) y se los colocó a una niña; sin embargo, y dado que no llegaba, ya no se los pudo quitar.
Pero el principal problema fue que se los apretaron demasiado y, cuando los problemas de circulación eran visibles, avisaron a los maestros que, a su vez, solicitaron apoyo de las autoridades.
Al sitio llegaron tanto corporaciones de seguridad para iniciar el proceso de investigación, como personal del Sistema Estatal de Emergencias Médicas, que se hicieron cargo de la liberación de la mano de la niña.