“Estamos obviamente tristes y manifestamos nuestra voz de pesar a los familiares. Nuestro objetivo mayor es confortar a los familiares y suministrar los bienes materiales para atender a la población”, declaró Bolsonaro en rueda de prensa después de sobrevolar el límite entre los municipios de Recife y Jaboatao dos Guararapes.
“Tuvimos problemas semejantes en Petrópolis (Río de Janeiro), en el sur de Bahía, norte de Minas Gerais y el año pasado en Acre, infelizmente esas catástrofes suceden en nuestra parte continental”, agregó el gobernante.
Bolsonaro anunció una línea de crédito “sin intereses” para los pequeños empresarios afectados por la catástrofe que se agravó el sábado y mantiene en alerta a la región metropolitana del estado de Pernambuco, el más afectado de otros del noreste brasileño que sufren con las lluvias, como Alagoas, Sergipe, Paraíba y Piauí.
El ministro de Desarrollo Regional, Daniel Ferreira, indicó que ya fueron destinados al menos 1.000 millones de reales (unos 200 millones de dólares) de “crédito extraordinario”, en una medida aprobada anteriormente por el Congreso para este tipo de catástrofes.
La mitad de los recursos, explicó Ferreira, serán destinados para “acciones de respuesta”, como labores de rescate y atención a damnificados, y “restablecimiento de servicios esenciales” y la otra parte tendrá como objetivo la “reconstrucción” de las viviendas y locales destruidos.
El mandatario realizó el sobrevuelo en helicóptero, pero por las lluvias, que continuaban este lunes, y por recomendación de los pilotos no aterrizó en el lugar de la catástrofe, debido a “las condiciones del suelo”, según explicó.