- Columna Sena de Negros por: Dionel Sena
A pesar de que las cartas ya están echadas y las reglas del juego también, es innegable que hay varios cabos sueltos dentro del proceso interno de Morena que no precisamente garantizarían una legitimidad en torno a quien surja como la “corcholata” ganadora, pues hay “infiltrados” que podrían solo buscar perpetuar una curul, ya sea en la cámara alta o baja y aún así, sus propuestas de casas encuestadoras serían igual de valiosas que quienes tienen más posibilidades de ganar incluso la Presidencia de la República, de ahí que aún no se entienda como todos los participantes decidieron firmar en blanco ese documento, en donde aceptan los resultados de ese proceso pase lo que pase o de plano le tienen una fe muy ciega al partido o de plano, ya saben cuál será el resultado.
Si bien, Marcelo Ebrard, se salió con la suya de poner al mismo nivel de competencia a Claudia Sheinbaum y a Adán Augusto López, es innegable que al menos la primera podría tener de aliados a Gerardo Fernande Noroña y a Manuel Velazco, aunque en una de esas y dependiendo del amarre que llegará a tener con él, hasta Ricardo Monreal podría sumarse a su causa, aunque sea facto y la mejor manera de hacerlo, es presentar dos propuestas de casas encuestadoras que coincidan entre si, lo que les permitiría que en la insaculación final de las cuatro casas encuestadoras que lleguen a la etapa final,garantizar el tener al menos dos de ellas de su lado, lo que irremediablemente cargaría los dados para la ex jefa de gobierno de la Ciudad de México.
Otro tema que no es menor, será garantizar que cuando se levanten las encuestas en los estados, los gobernadores morenistas que ya se decantaron por alguna de las “corcholatas”, no vayan a tener injerencia en el muestreo, mismo que aún no se sabe de qué manera se va a aplicar y pudiera representar otro cabo suelto, sin obviar quien vigilará la legitimidad de los resultados que se obtengan y quien los “custodiará”, para evitar que sean alterados llegado el momento, que como se las gastan las distintas casas encuestadoras del país, esto no sería para nada descabellado y por el contrario, sería altamente posible dependiendo de los intereses que haya detrás, pues ni duda cabe que de ese proceso interno, saldrá el próximo o próxima presidenta de México, así que lo que ahí pase, es irremediablemente del interés público.
Por ahora, todo asemeja que se tratará de un proceso transparente y donde las reglas están claras para todos los participantes, sin embargo, como ya lo describimos en este artículo de opinión, hay varios cabos sueltos que si se dejan así, podrían terminar con un proceso plagado de impugnaciones, por más que se venda la idea de que “todos” están de acuerdo con los resultados que se arrojen, pues una cosa es decirlo y otra aceptar un “cochinero”, claro siempre y cuando, ese sea el caso, por lo que tanto Mario Delgado como Citlali Hernández deberán cuidar el proceso con pinzas para evitar exabruptos innecesarios que le quiten legitimidad a esta etapa de la selección del candidato(a) a la Presidencia de la República, a lo que le pondrá mucha atención quien despacha en Palacio Nacional quien ni duda cabe que está controlando su sucesión de principio a fin.