La Duda
Por Alejandro Álvarez Manilla
Sostuvimos una buena conversación con el presidente Trump. Fue un diálogo respetuoso, directo y con acuerdos en seguridad y comercio. Así lo comento la Presidenta Claudia Sheinbaum al dar la conferencia mañanera,
Pero como siempre, la duda persiste, México desplegará 10 mil elementos de la Guardia Nacional en la frontera norte. La instrucción es inmediata.
El objetivo: frenar el tráfico de drogas, en especial el fentanilo. Un gesto que responde a la presión de Washington.
Trump lo celebró como un gran logro de su gobierno. No me queda duda de que esta era su exigencia principal. Pero mientras nosotros ponemos soldados en la frontera, ¿ellos cumplirán su parte?
Estados Unidos se comprometió a frenar el tráfico de armas de alto poder hacia México. Un tema del que poco se habla en el norte, pero que aquí tiene consecuencias fatales.
Las cifras lo dejan claro: más del 70% de las armas decomisadas en México provienen de Estados Unidos. Rifles de asalto, pistolas de alto calibre y municiones que terminan en manos del crimen organizado. Mientras no se controle su venta y tráfico, la lucha contra la violencia estará incompleta.
La pregunta es inevitable: ¿habrá un esfuerzo serio o solo buenas intenciones? Sabemos que sin esas armas, la violencia en México sería otra.
En comercio, se logró una pausa de un mes en los aranceles. Un respiro, sí, pero temporal. Trump lo presentó como una muestra de buena relación, pero también dejó claro que seguirá presionando. ¿Negociación o advertencia?
No es la primera vez que Washington usa los aranceles como herramienta de presión. Ya lo hizo antes con la migración y ahora con la seguridad. ¿Qué vendrá después?
También se acordó el inicio inmediato de mesas de trabajo en seguridad y comercio. Dos temas clave, pero con visiones distintas.
México apuesta por la estabilidad y el desarrollo. Estados Unidos, por resultados inmediatos.
La relación con nuestro vecino siempre será tensa. No tengo la menor duda. Lo importante no es el discurso, sino los hechos. Porque si algo nos ha enseñado la historia, es que la duda casi siempre tiene razón.