- Ambiente Político por Eduardo Serrano
Ningún presidente de la República realizó durante su mandato, una gira de tres días por Durango, como lo hizo este fin de semana Claudia Sheinbaum, entonces, podemos afirmar que la primera mujer presidenta, ha hecho historia en nuestra entidad, en los primeros meses de su gobierno, en los que por cierto, ya ha visitado en dos ocasiones nuestra tierra. Hay quienes aseguran que a los duranguenses “nunca nos pelan”, ni para bien ni para mal, y menos en tiempos electorales; el tamaño del padrón, simplemente, no lo amerita. Queda claro que para Sheinbaum, eso fue cosa del pasado; sus acciones en favor de las comunidades históricamente rezagadas, le da un sentido diferente a lo que ocurrió con anterioridad. El Ambiente Político de la gira presidencial tiene mensajes sumamente interesantes, que vale la pena analizar y degustar… con un buen café.
Primero que nada, la presidenta se encontró con un estado en el que la seguridad es uno de sus principales valores. A diferencia de lo que ocurre con las entidades colindantes, Durango no vive el sabor amargo de un “expreso” cargado de violencia, como lo han sufrido en Zacatecas y desde septiembre del año pasado en Sinaloa, particularmente en Culiacán. La gira además, viene endulzada con la madurez política que le permite a la presidenta Sheinbaum y al gobernador Esteban Villegas, trabajar sin la mancha que puede producir el color de la afinidad partidista, aún y a pesar de estar inmersos en un proceso electoral en nuestra entidad, la visita de la presidenta estuvo bien “frapeada” en ese aspecto, es decir, no fue, de ninguna manera una gira proselitista con la que “alguien” se hiciera un “carajillo”.
El cumplimiento a los compromisos adquiridos con Durango, son ese “capuchino” espumoso con el que se ven cristalizados los proyectos de electrificación y la construcción de caminos vecinales en las comunidades indígenas. Los avances en la planta potabilizadora y el proyecto de la Presa el Tunal II, le dan un sabor especial al “late” del desarrollo económico que implican dichas inversiones, junto con el impulso a las tiendas del Bienestar y los apoyos de los programas sociales, que le dan un toque de piloncillo al café de olla, con el que se ve el resultado de la gira presidencial, que deja un aroma muy agradable en nuestra entidad, en medio de las dificultades que ha provocado el “café americano” con sus disparates y amenazas de aranceles, cuya problemática, ciertamente le ha quitado el sueño al gobierno de Sheinbaum, pero no ha sido impedimento para que le cumpla a Durango.
Los duranguenses ya sabemos cual es el producto de la buena relación entre el gobierno estatal de Esteban Villegas y el federal de Claudia Sheinbaum, muy a pesar de quienes se aferran a ver una relación descafeinada, esperando que se rompa en algún sorbo, y pues nada, se quedan con las ganas. La realidad es que las inversiones de la federación están a la vista de todos, sin colorantes partidistas ni saborizantes electorales. Obras de “macchiato” y “ristretto”, con inversiones de “mocca”, son el resultado de gestiones de un lado, y voluntad del otro, cuya única finalidad es buscar el beneficio de las familias duranguenses. En efecto, fue un fin de semana de gran intensidad, y muchas satisfacciones, en una visita histórica de Sheinbaum, que ha valido la pena acompañar…con un buen café.