La mañana de este jueves se confirmó el fallecimiento del reconocido comediante mexicano Eduardo Manzano, figura histórica del humor nacional y una presencia entrañable en la televisión, el cine y los escenarios durante más de seis décadas. La noticia fue dada a conocer por su hijo a través de un mensaje profundamente conmovedor que rápidamente comenzó a circular entre seguidores, colegas y medios de comunicación.
“Hoy el escenario de la vida ha bajado el telón. Mi padre, un comediante querido por miles y un ser humano admirado por todos los que lo conocieron, ha partido de este mundo”, escribió, destacando no solo la trayectoria del artista, sino la grandeza del hombre fuera de los reflectores.
Eduardo Manzano, recordado por su carisma, su estilo inconfundible y su capacidad para conectar con generaciones enteras, fue descrito por su hijo como “un hombre extraordinario, bondadoso, inteligente y con un corazón tan grande como su talento”.
Añadió que detrás de cada chiste había un trabajador incansable, y detrás de cada aplauso, un ser humano profundamente enamorado de su profesión. Su familia subrayó que incluso en los momentos difíciles, el comediante encontraba la manera de enseñarles a reír.
“Su legado no solo vive en los escenarios que iluminó, sino en las personas que transformó con una sonrisa”, expresó. El mensaje concluye con un agradecimiento que hoy se replica en toda una nación que creció riendo con su trabajo:
“Gracias papito hermoso, por cada enseñanza y por haber hecho de nuestras vidas tu obra maestra. Hoy el mundo te aplaude de pie una vez más. Descansa en paz.”
La partida de Eduardo Manzano deja un vacío enorme en el medio artístico, pero también un legado imborrable en la memoria colectiva del país.
