- Tampoco se reciben animales para eutanasia en hospital veterinario
Por: Martha Medina
La escasez de algunos medicamentos anestésicos para los animales que se presenta actualmente, ha obligado a reducir el número de esterilizaciones de mascotas que se realizan en el Hospital Veterinario del Municipio, además de que no se reciben animales que requieran eutanasia, señaló el director César Michael López.
En lo que se refiere a las esterilizaciones de animales que se realizan en el hospital, reconoció que la situación que se presenta actualmente por la escasez de medicamentos anestésicos ocasionó que se redujeran las cirugías que se realizaban anteriormente que eran 20 por día en promedio a 15.
A pesar de esta situación se decidió continuar con estas intervenciones, debido a que para las esterilizaciones se requieren medicamentos distintos a los que se utilizan en la eutanasia, porque se tiene la posibilidad de mezclar dos anestésicos para realizar las operaciones a los animales.
Sin embargo, “en el caso de los perritos agónicos que nos llevan para dormirlos, debido a la situación que se presenta con los medicamentos, no podemos recibirlos y cuando llegan familias a solicitar esta atención son canalizadas a las veterinarias que tengan medicamento, pues de hecho todas las que hay en Durango tienen una reserva de medicinas y por eso se les remite para que se realice una eutanasia de manera adecuada, además de que tendrá un costo”.
Al mismo tiempo, el director del hospital puntualizó que se mantienen los servicios de esterilización y otro tipo de cirugías que puedan necesitar los animales, además de la aplicación de vacunas, desparasitaciones, entre otros.
Por otra parte, en cuanto al tema de la proliferación de perros en la calle, reconoció que se trata de un problema que se arrastra desde hace muchos años, debido al abandono de mascotas, por lo cual consideró que si no se hace algo esta situación aumentará, tanto en esta ciudad como en las poblaciones del medio rural, que también están infestadas.
Señaló que se trata de una situación que plantea un problema de salud para la población en general, debido al riesgo de enfermedades tanto por la rabia, como por las excreciones que traen parásitos y bacterias, que al secarse se trasmiten a los alimentos que se venden en la vía pública.
