Se aproxima la sucesión gubernamental en el estado y con ella una serie de cambios, de modificar los modos y las formas de comunicar que logramos apreciar en campaña, pero que sin duda habrán de fortalecerse durante el trayecto y que algunas otras no se deberían dejar de lado por su impacto positivo en diversos sectores, uno de estos, el importante rol que jugará Marisol Rosso durante la administración y percepción de los duranguenses.
Es bien sabido que una de las apuestas durante el camino al pasado 5 de junio para el ya gobernador electo Esteban Villegas fue su esposa Marisol, su jovialidad, carisma y buen trato con la gente es algo que en definitiva sumó en positivo a su esposo para lograr impactar en los duranguenses.
Luego del proceso electoral, que se queda ahí, como unas elecciones, viene la realidad, el definir qué se quiere mostrar más allá de las acciones de gobierno que es algo que pide la gente, no ver a sus políticos y gobernantes inalcanzables, algo que Marisol Rosso hace correctamente, seguir con su vida cotidiana y terrenal, eso que muchos reciben de buena manera.
A Marisol bien se le puede apreciar, en primer lugar, aún operando ella sus redes sociales como simple mortal y algo que cambiará indudablemente en el avance del gobierno, donde se muestra su vida de madre, de deportista y de amiga. Lo anterior no representa una garantía de un buen desempeño en sus futuras funciones, pero deja un buen sabor de boca en la percepción sobre la gente, quienes históricamente siempre se han quejado que solo los ven en campaña.
Pertenecer a una nueva generación de políticos, por el simple hecho de su edad y tiempo que vivimos actualmente, será fundamental para lograr incrustar sus ideas y forma de gobernar en quienes les brindaron la confianza de ocupar sus futuros puestos el próximo 15 de septiembre, una generación que se vuelve más simple en la forma de recibir los mensajes, pero más exigente en lo que quieren de sus gobernantes.
Marisol tiene todo para abonarle de buena manera en esa parte de desgaste que de manera natural tiene por las funciones que ha desempeñado su esposo Esteban Villegas, para lograr esa parte de complemento y equilibrio que en todo gobierno debe existir de sumarle y no restarle para los próximos seis años que enfrentará diversas adversidades, una de estas la económica.
Puede ser una buena oportunidad de consolidar una buena imagen en conjunto y no solo del gobernador, la dupla y la suavidad que implica una mujer, como en este caso la señora Rosso en este próximo gobierno, será toral en imagen para su esposo, quien tiene sus adeptos y un gran número de adversarios políticos acumulados en su trayectoria política.
MIRADA A LA IZQUIERDA
La crisis por el agua que se vive en Nuevo León pega de nueva cuenta a Durango, está vez por la producción de cerveza y refresco que ya escasea por la crisis en el estado norteño. Ese si poco me apuran es uno de los principales problemas de la falta de agua, el haber concedido indiscriminadamente concesiones de agua en gobiernos pasados.
MIRADA A LA DERECHA
Siguen escasas las lluvias en la gran parte del estado, la zona serrana la más beneficiada, el norte, el más afectado. Ojalá que los programas sociales y apoyos agrícolas y ganaderos para los productores no cesen durante este final de sexenio, porque el gobierno se termina pero los problemas y la sequía en algunas zonas no.