+ El 8M, día para olvidar y rectificar lo mal hecho
“La legítima protesta de las mujeres afectadas por el maltrato de género acabó en la barbarie sin nombre…”
Jorge Blanco Carvajal
Todo iba bien. La marcha del Día Internacional de la Mujer, las protestas, las denuncias y los lamentos de las personas afectadas por sus hombres habían llegado a su fin. Hasta la culminación en la Plaza de Armas, todo en orden…..ZACAPELA.- Incluso, mientras la lideresa de Sí hay Mujeres, Julieta Hernández Camargo, agradecía en el micrófono lo bien que se portaron en el trayecto de Apartado a la Plaza de Armas, incluso los infiltrados que siempre son los que le ponen mocos al atole, pues hasta ahí bien. Vimos a la mamá de “Lupita”, quien fuera bestialmente asesinada hace poco por su esposo, tranquila, dolida claro, pero tranquila y sugiriendo que no se saliera de control la protesta. No había terminado Julieta su alocución cuando una turba de algunos 20, mujeres u hombres, no se puede aclarar qué fueron, pues todos iban envueltos en pañoletas, pasamontañas y demás para no ser identificados, iniciaron la destrucción del kiosko y la sala Tlacuilos que promueve artesanías locales y nacionales, y pertenece a una familia local. Nuestras reporteras Susana y Erika, además de muchas otras periodistas femeniles, no tuvieron otra que grabar y fotografiar la salvajada, pues no parece otra cosa. En un momento dado llegó un contingente de algunas diez mujeres policías preventivas e intentaron rodear al Tlacuilos para contener la destrucción. El caos surgió cuando una de las muchachas, o muchachos, descubrió que nuestras reporteras estaban grabando los hechos y, al puro estilo de los mafiosos, se dirigió a Erika exigiéndole que borrara todo lo grabado o se atenía a las consecuencias. Mientras Susana, por cierto hermana de Erika y ambas hijas del que escribe, también filmaba el difícil momento. Erika se negó a borrar absolutamente, como debe ser, pero la muchacha o muchacho (tapados hasta las orejas) no perdió la oportunidad de amenazarla y su aviso se transmitió en vivo y a todo color. El o la muchacha exigía que se identificara y que diera su nombre para proceder. Se armó la gritería montonera que le echaron a Erika y la misma emisaria o emisario se quejó: “¿No estás viendo que la mujer policía me tocó..?”. Erika le respondió que si no quería que la “tocaran” que no saliera. No es lo que quiso decir, lo que trató de decir pero la euforia y la adrenalina del momento no se lo permitieron era que si la mujer policía la había “tocado” se retirara y no hiciera más destrozos. Empero, las jovencitas o jovencitos no aclararon que los “tocamientos” era la intervención de las representantes de la ley para evitar que siguieran dañando el alguna vez hermoso kiosko de la Plaza de Armas, a algunas las tomaron del brazo y las retiraron de los cristales. No obstante, las o los se dejaron querer y de ahí se agarraron para editar un video y subirlo a Tik Tok donde Erika dice “Si no quieren que las toquen… no salgan”, pero los hay también que tratan de confundir el punto y protestan por los supuestos “tocamientos” de la mujer policía, pero entre la confusión dicen que “las mujeres policías nos tocaron” pero como relacionándolo con tocamientos de tipo sexual y la verdad está en los videos completos que tenemos nosotros y varios de los medios de comunicación que lo presenciaron…..SALVAJISMO.- Ocurrió durante los “tocamientos” que uno de los muchachos, o muchachas, iba a golpear en la cabeza con un martillo a una de las bonitas policías, le tiró el golpe, pero Susana, que transmitía en vivo gritó que era de Contacto hoy y que se estaba transmitiendo en tiempo real. Ahí está la grabación para los que gusten, en la que se aprecia con precisión el lamentable incidente en que pudo morir la mujer policía, y que se evitó con el grito de nuestra reportera de que estaba transmitiendo en vivo. Luego volvieron otras encapuchadas pidiendo de nuevo que se borraran los materiales, y ante la respuesta negativa se retiraron y aquella misma mujer u hombre regresó instantes después para disculparse, hay que reconocerlo…..LAMENTOS.- Mucho lamentamos otro incidente casi al finalizar la zacapela entre muchachas y muchachas o muchachos y muchachas, pues no estamos seguros de las o los que llevaban tapada la cabeza toda. Cuando Erika y Susana, lo mismo que Karla Paloma y otras reporteras de los distintos medios trataban de retirarse, pues ya habían obtenido los materiales informativos del día y de muchos días, una mujer policía se acercó a las periodistas para pedirles de favor, casi suplicando, que no se fueran, porque vista la furia de aquellas o aquellos encapuchados las iban a matar, y las reporteras se solidarizaron con ellas, pero vivieron momentos de auténtico terror y permanecieron todavía por varios minutos, tiempo después todo regresó a la calma. La tormenta traía el orden de nuevo, aunque para entonces ya estaban vandalizadas la Catedral Basílica Menor y los distintos edificios históricos del céntrico punto, aunque la angustia e impotencia de esas mujeres policías no tiene nombre. Estamos seguros que falló la estrategia de seguridad, pues un superior (no sabemos quién) las mandó al matadero. Sin un garrote o lo que fuera para contener a aquella veintena de desconocidos o desconocidas. Añadir que en algún momento llegó a proteger a las policías un par de uniformados varones, pero no sirvió de mucho, porque hasta a ellos les sobraron mentadas. Una cosa distinta es respetar lo que digan las marchistas, pero cuando afectan a un tercero o dañan lo que es de todos, están entrando en un terreno que se llama Derecho Penal y que debe ser sancionado. Sirva la experiencia para que no vuelva a suceder y, sobre todo, para contener a esa turba enardecida en el momento en que afecten a los demás, como el caso de la sala de exhibición “Tlacuilos”, que pertenece a una familia inversionista, que está creando empleo, que paga impuestos, que quiere el bien para Durango, como lo queremos nosotros. Anotar que en los desmanes participaron algunas cinco, diez personas cuando mucho, cuando las demás mujeres de la marcha que se juntaron frente al templete miraban atónitas y sorprendidas la fiera reacción de aquel puñado de muchachas o muchachos, porque el 90 por ciento de la concurrencia fueron mujeres o familiares afectadas por la meningitis, por el robadero del pasado gobierno, por la muerte de Lupita y por otras muertes por género. Es posible decir que en la mayoría de los casos las concurrentes mostraron su rostro y demostraron que son mujeres, obvio que ellas nada tuvieron que ver en la lamentable y penosa reacción final y en la que nos invitaron al baile, pues como digo, Erika y Susana Blanco son mis hijas, Karla Paloma Blanco es mi sobrina y todas las demás son mis amigas. Entonces, las tocaron a ellas, nos tocaron a todos, lo triste y lamentable. Sintetizando, se excedió la autoridad en libertades, pues con su inacción permitieron afectar a muchos en propiedades privadas o federales como la Catedral. Sirva el caso, repetimos, para que no vuelva a ocurrir y no tengamos que volver a transmitirlo en vivo y a todo color. Y a ese pesar, insisto en que la mujer es lo más hermoso que tenemos los hombres. Punto final.
Saludos