Durango, Dgo.
Eran tres empleados de un centro de rehabilitación para adicciones y un paciente, al que habían recogido en Canatlán, las personas que murieron en el fuerte accidente ocurrido el viernes en el kilómetro 40 de la carretera Durango – Parral.
Se supo, además, que fue un impacto del tipo alcance y no un choque frontal, como inicialmente había trascendido; en tal sentido, la responsabilidad inicialmente atribuida al conductor del coche compacto, podría cambiar.
Los empleados fallecidos del establecimiento son Miguel Ángel Gómez López, de 34 años y domicilio en el barrio de Tierra Blanca; Jorge Antonio Hernández Chaparro, de 24 años, quien vivía en el fraccionamiento Huizache I; y Ricardo Santos Hernández, de aproximadamente 30 años de edad, quien era conocido por haber militado en varios equipos locales de futbol.
Del paciente que llevaban consigo, no se tienen de momento mayores datos.
La ampliación de datos indica que los jóvenes regresaban a la ciudad de Durango después de haber recogido, temprano, al paciente en el municipio de Canatlán. Lo hacían a bordo del automóvil Hyundai i10 con placas GDF-869-B.
Según trascendió, dicho coche habría sufrido una ponchadura, lo que provocó que su velocidad descendiera abruptamente y se le descontrolara al conductor; el chofer del camión, que hacía una acción de rebase, lo habría impactado por detrás en medio de esa circunstancia.
Sin embargo, se trata de datos preliminares, por lo que no habrá claridad del caso sino hasta que este transite por los cauces legales.
Dos de las víctimas fatales fueron encontradas a bordo del coche, mientras que las otras dos quedaron a varios metros de distancia de dicha unidad, en direcciones opuestas.
Además de los ahora occisos, cuatro personas resultaron lesionadas, todas ocupantes del autobús de la empresa Turismo Plus del Guadiana que viajaban entre Santiago Papasquiaro y la capital. Ninguno requirió hospitalización.