
Hasta el 80 por ciento de la superficie cultivable en Durango no se trabajó este año por culpa de la sequía, por lo que se prevé escasez y encarecimiento de ciertos productos, entre ellos el frijol y las hortalizas, reveló Luis Caballero Ruiz, presidente de la Confederación Nacional de Productores Rurales (CNPR).
Aseveró que aproximadamente fueron 200 mil hectáreas de frijol las que se dejaron de sembrar, y del 20 por ciento que se arriesgó a trabajar no todos podrán recuperar la inversión, ya que los tiempos no dieron para que la planta creciera en las proporciones que se necesitan para hacerla viable.
El líder campesino afirmó que esta situación obligará seguramente a incrementar el precio de venta de esta leguminosa hasta en 50 pesos por kilo, por lo que ya también se habla de la importación de frijol, lo que a la larga también repercutirá en la economía de las familias que se dedican a esto.
Consideró que en situación muy similar se encuentran los productores de hortalizas, principalmente los que siembran tomate, debido a la falta de agua y la amenaza de las heladas, siendo el cultivo de chiles el único que tuvo números importantes gracias a que hubo mercado a donde exportarlo.
Caballero Ruiz ahondó que urge que las autoridades estatales gestionen recursos extraordinarios para el campo duranguense ante las consecuencias de la sequía que ya amenazan al ciclo agrícola del próximo año, aunque reconocen que, con los recortes al presupuesto, esto se ve difícil.
