Durango, Dgo.
Los resultados de las pruebas forenses realizadas por el niño de 10 años de edad que murió el pasado miércoles a causa de un supuesto balonazo, convirtieron al hecho trágico en un caso de probable homicidio, pues las pruebas lo alejan de un hecho accidental.
En tal sentido, trasciende la versión de que habría sido víctima de un episodio de violencia familiar, aparentemente a manos de su padre, cuya detención ya se habría realizado.
Tal y como Contacto Hoy informó, el niño fallecido es Jesús Adrián Ruiz López, de 10 años de edad, quien en vida tenía su domicilio en el fraccionamiento Río Dorado. El deceso ocurrió el 24 de enero en el hospital del Instituto Mexicano del Seguro Social.
De acuerdo a la investigación referida, fue su madre (la que en todo momento habló ante las autoridades), quien sostuvo la versión de que el niño había sido víctima de un balonazo al estar en su escuela, el pasado 18 de enero.
La afirmación la hizo a su ingreso inicial al hospital pero también cuando el personal de la Fiscalía General del Estado la entrevistó al momento de su muerte; ella misma aseguró que el día 20 fue cuando se sintió mal y decidieron llevarlo al médico.
De la clínica número 50 del IMSS lo derivaron al Hospital Regional de Zona, donde con el paso de los días se agravó y perdió la vida.
Como parte de la investigación, la Fiscalía del Estado realizó varias pruebas forenses, además de repetir y abundar en los cuestionarios a su familia; las inconsistencias y pruebas llevaron a convertir el caso en un presunto homicidio, por lo que en este momento esa es la línea de investigación.
