- Columna Sena de Negros por: Dionel Sena
A prácticamente tres décadas de la muerte de su padre, bajo un velo de inconsistencias judiciales de todo tipo y de versiones encontradas en torno a lo declarado por Mario Aburto, quien asegura se declaró culpable bajo amenazas y presiones de las autoridades de aquel entonces, Luis Donaldo Colosio Riojas sorprendió a propios y extraños, al pedirle al presidente Andrés Manuel López Obrador el indulto para quien está detenido, por el asesinato de su señor padre, quien en aquel entonces, era candidato a la Presidencia de la República y murió de varios impactos de bala mientras realizaba una visita de campaña por Tijuana, Baja California, un magnicidio que marcó el destino político del país hasta nuestros tiempos y del que a pesar de que hay indicios de quien pudo haber sido el autor intelectual de aquel atentado, hoy solo uno está tras las rejas.
Fue el hoy alcalde de Monterrey, Nuevo León quien pidió el indulto para el asesino confeso de su padre, incluso mencionó que apelaba a la compasión de quien despacha en Palacio Nacional para que eso sea posible, por lo que le pidió darle carpetazo final a ese magnicidio, para que su familia y México puedan sanar de aquella tragedia, algo que muy pocos hubieran imaginado, pues Luis Donaldo Colosio Riojas no solo perdió a su padre, sino que tiempo después, también su señora madre se adelantó en el camino, de ahí que llame la atención el gesto que está tomando ante quien asegura, fue torturado física y psicológicamente para declararse culpable de algo que afirmó, no cometió y que sólo lo inculparon.
Hasta ahora, Mario Aburto está acusado de los delitos de homicidio calificado y portación ilegal de arma de fuego, mismo que aquella noche del 24 de marzo de 1994, se declaró culpable ante las autoridades judiciales que llevaban el caso, por lo que fue traslado al Centro Federal de Almoloya de Juárez en el Estado de México, tiempo durante el cual, distintas hipótesis se armaron en torno al caso, para descartar que hubiera más personas involucradas, cada una de esas teorías se fueron descartando, a pesar de que era del dominio público, las profundas diferencias que había entre el entonces Presidente Carlos Salinas de Gortari y Luis Donaldo Colosio Murrieta y que muchos aseguran, fue el verdadero móvil del crimen, lo que aún no se ha podido comprobar.
Ya se verá si el Presidente Andrés Manuel López Obrador acepta la recomendación de Luis Donaldo Colosio Riojas, pues sería algo histórico un indulto semejante, lo que de llegar a ocurrir, sólo confirmaría lo que por tanto tiempo se ha rumorado, es decir, que Mario Aburto no fue el verdadero asesino material de aquel magnicidio y que es momento de dejarlo el libertad, para que se reúna con su familia, pues él mismo ha dicho que privaron de la libertad tanto a su mamá como a su hermana y le mandaron fotografías de ellas desnudas a cambio de declarar su culpabilidad, algo que en definitiva debe tomarse en cuenta y porque no, hasta reabrir el caso hasta descubrir realmente que fue lo que pasó aquel 24 de marzo de 1994, es decir, a casi 30 años de aquel atentado que cambió el rumbo de este país hasta nuestros tiempos.