- Columna Sena de Negros por: Dionel Sena
Este lunes definitivamente que marcó agenda, la información que surgió por parte del Consejo Electoral Universitario, de que Rafael Mier, no podría ser registrado para la candidatura de la Rectoría de la UJED, debido a la falta de firmas, pues a decir de quienes integran ese consejo, se cometieron distintas irregularidades del equipo del aun director de la FADER, tales como replicar firmas o que estén en ellas docentes ya jubilados o alumnos que no forman parte de alguno de los 2 mil 400 concejales que sí votarán por ese cargo universitario, el próximo 29 de noviembre, de ahí los razonamientos de invalidar dicho registro, lo que trajo una manifestación en contra de dicha disposición.
A decir de Arturo Acosta, quien es presidente de la Comisión Electoral Universitaria, las anomalías en las que incurrió Rafael Mier, van desde que de las 400 firmas presentadas, aparecen personajes como Alejandro González Bringas y Antonio Bracho Huemoeller, mismos que tienen varios años jubilados y por consecuencia, ya no tienen voz y voto en el Consejo Universitario, es decir, ellos como otros tantos, no podrán votar el día de las elecciones, por lo que el haber incluidos en la lista de firmas, constituye una de las principales anomalías que se tomaron en cuenta para tomar dicha determinación.
Se debe precisar que ni el Reglamento General de Elecciones de la máxima casa de estudios, ni la convocatoria para la elección referida, contemplan un tiempo por parte de la Comisión Electoral Universitaria para subsanar requisitos faltantes como las firmas citadas, como lo demandó el propio Rafael Mier a través de los medios de comunicación, asegurando que lo querían sacar de la contienda a la mala y que nunca le informaron de la ilegibilidad de las firmas presentadas, cuando esa debió ser una labor de su equipo que presentó dicho registro y nunca se percató de dichas anomalías, lo que no deja de ser grave para la elección que se está jugando.
Por increíble que parezca, fue el propio Ramón García quien demandó a la Comisión Electoral Universitaria que le permitieran a Rafael Mier o cualquier otro aspirante a la Rectoría de la UJED, inscribirse en la contienda, pues ello le da legitimidad al proceso y habla bien de la vida democrática de la Universidad, una declaración que tomó por sorpresa incluso a sus propios detractores y que lo sitúa como un universitario maduro y con altura de miras para lo que está en juego, callando muchas bocas de aquellos que aseguraron que no reunía el perfil y que es una imposición del sistema gubernamental en turno, lo que de igual manera ayer mismo negó el jefe político estatal.