- Débiles visuales y abuelitos han sufrido caídas, raspaduras y fracturas
Por: Andrei Maldonado
Las personas invidentes, débiles visuales y mayores de edad son quienes están sufriendo el pésimo estado que guardan las banquetas de la ciudad capital. Algunos ya han sufrido caídas que terminan en raspaduras y hasta fracturas.
Lo anterior lo dio a conocer Jaime Pérez Calzada, director del Centro de Capacitación para Personas Invidentes (Cecapi), quien señaló que, pese a las obras que se han hecho en el Centro Histórico, las calles de Durango siguen siendo un peligro para personas ciegas o que requieren usar apoyo para caminar.
Destacó que lo más común es encontrar cuarteaduras ocasionadas por las raíces de los árboles, restos de postes mal quitados, huecos que dejaron las antiguas iluminaciones escénicas de las fachadas de edificios, registros de agua y luz mal cerrados, rampas obstruidas por postes y cables, entre otros.
Consideró que es urgente que la autoridad municipal trabaje en el ordenamiento de las aceras del primer cuadro de la ciudad, pues varios invidentes y adultos mayores ya han sufrido percances por estos motivos; “la ciudad no está armonizada para las personas que tenemos alguna capacidad disminuida”, indicó.
Entre los accidentes más severos que se han tenido, Pérez Calzada dijo que se encuentran huesos rotos, excoriaciones, luxaciones y esguinces; también hay personas a las cuales se les han quebrado sus lentes al caer o roto la mercancía que llevaban en las manos, pues hasta las reparaciones están mal señaladas.