“De todas maneras vamos a cumplir legalmente y no van a poder detenernos, no van a imponerse los intereses particulares, no van a estar por encima del interés general, del interés de la gente, del pueblo, de la nación”, indicó el mandatario en su rueda de prensa matutina.
López Obrador se refirió así a la decisión de un juez federal que el lunes otorgó un amparo a ambientalistas con el que se detendrá la planeación, construcción, desarrollo y acondicionamiento del tramo 5 de la obra, que está a cargo del Ejército de forma exclusiva.
La autoridad judicial consideró que el proyecto no cumple con los criterios para desarrollarse y puede tener “daños irreversibles” para el ecosistema.
El mandatario señaló que ante el amparo van a acudir a otras instancias “o se van a presentar recursos para que no proceda el amparo, porque no tiene fundamento”, aseveró.
López Obrador afirmó que van a continuar con todo el procedimiento legal “sin ningún problema”. Y “estamos seguros de que la obra va a continuar”, agregó.
Aseguró que, como no es muy largo el tramo que está detenido por ahora, se va a reiniciar y se recuperará el tiempo para entregar la obra como se ha prometido, en diciembre de 2023.
El gobernante señaló que el amparo es un asunto “politiquero” de quienes no quieren que se lleve a cabo la obra, especialmente “pseudoambientalistas financiados por grandes empresas, sobre todo de turismo, y también por Gobiernos extranjeros”.
Afirmó que hay ambientalistas que están financiados por el Gobierno de Estados Unidos y empresas estadounidenses, al aseverar que el tramo que está en disputa es donde hay más dinero.
El Tren Maya, una de las obras prioritarias del presidente Andrés Manuel López Obrador, con una inversión de alrededor de 200.000 millones de pesos (unos 10.236 millones de dólares), plantea construir cerca de 1.554 kilómetros de vía férrea en cinco estados del sureste del país: Chiapas, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo.
Pero desde antes del arranque de las obras, en junio de 2020, algunas organizaciones civiles presentaron recursos legales contra su construcción.
En los últimos meses, activistas y actores crearon la campaña “Sélvame del Tren” que pide al Gobierno mexicano suspender el tramo 5 del Tren Maya por haber generado la tala de miles de árboles y contaminación a ríos subterráneos.
El mandatario ha defendido, además, el decreto que permite que se siga construyendo el Tren Maya sin que haya Manifestación de Impacto Ambiental (MIA), pues ha dicho que es legal y está validado por la autoridad judicial.
Además, en diversas ocasiones ha reiterado que la obra se va a inaugurar en diciembre de 2023 y que su deseo es que sea un tren de pasajeros que regrese a México, tal como existe en otros países del mundo. EFE