Durango, Dgo.-Cientos de Duranguenses arribaron la Basílica de Guadalupe, en la Ciudad de México. Grupos de danzas, organizaciones y movimientos, sacerdotes, religiosas y fieles guadalupanos acudieron a la peregrinación anual de esta Arquidiócesis de Durango, la cual se retomó después de que fue interrumpida por la pandemia del COVID-19.
La peregrinación da inicio en la glorieta de Peralvillo, donde se recorre el caminar hasta llegar a la Basílica y prepararse para la Celebración Eucarística, que en esta ocasión fue presidida a las 12 del día por el Sr. Arzobispo, Mons. Faustino Armendáriz Jiménez y concelebrada por algunos de los sacerdotes de la misma Arquidiócesis. “María siempre estuvo disponible, a Dios, pues ella le decía ´´hágase en mi según tu palabra´´.
Los planes de María eran vivir siempre consagrada a Dios y nunca pensó ser la Madre de Jesús, sin embargo, el plan de Dios era la maternidad de María, a la cual Él ya había elegido, por eso fue bendita entre todas las mujeres. Y así como María nosotros también somos benditos para Dios.
María aparece como modelo de fe y como modelo de disponibilidad que nos alienta a pedir que siempre se haga la voluntad de Dios, especialmente para nuestro Durango, en el deseo de la transformación eclesial y en la búsqueda de un nuevo pentecostés para que sea la voluntad de Dios.
Como cada año llegamos a esta peregrinación, al final de cuentas con un itinerario de fe y siendo peregrinos de amor, sobre todo en el nombre de Dios, como el Papa Francisco nos ha llamado, a caminar en Sinodalidad, es decir, caminar todos juntos”, comentó Mons. Faustino en el mensaje dentro de la celebración Eucarística.
Son cientos de duranguenses los que año con año se unen a esta peregrinación para agradecer a la Virgen de Guadalupe por todas las bendiciones recibidas y sobre todo realzar la fe por la morenita del Tepeyac.