De acuerdo con el representante de la organización, responsable del 75 % de la producción de vinos en el país latinoamericano, la emergencia sanitaria que cerró comercios, bares y restaurantes, se pudo afrontar en el área vinícola gracias al consumo en hogares que realizaron los mexicanos en el confinamiento.
Cantú indicó que la recuperación se dio sin recortar empleos y explicó que el consumo que se vio afectado en las principales ciudades como Ciudad de México, Monterrey o Guadalajara y se movió hacia los estados costeros por menores restricciones a la venta y convivencia.
“(Las menores ventas) es una etapa que ya dejamos en el pasado”, aseguró el presidente del Comité Provino cuestionado por Efe.
Cantú mencionó que el consumo promedio per cápita de los mexicanos también ascendió de 400 mililitros al año a 1,2 litros cada año, impulsado por el consumo en los hogares durante la emergencia sanitaria.
La producción de vinos en México asciende a 4 millones de cajas con 12 botellas, casi 40 millones de litros de vino al año.
Señaló que los productores también han enfrentado el cambio climático con escasez de agua y sequías que han afectado la producción nacional, lo que ocasionó que de una hectárea de siembra de vid en México salgan entre cinco y seis toneladas de vino, mientras que en países como Chile se pueden obtener hasta 30 toneladas.
Dijo que la superficie sembrada en México de uvas para vino es de entre 7.000 y 8.000 hectáreas al año, entre 14 estados productores mexicanos en todo el país latinoamericano.
REGRESA FIESTA DEL VINO
Por otra parte, Cantú, acompañado del subsecretario de Turismo del estado fronterizo de Baja California, José de Jesús Quiñones, anunciaron el regreso de la Trigésimas Segundas Fiestas de la Vendimia con un posible gasto estimado de más de 800 millones de pesos (unos 39 millones de dólares).
Además, el líder vinícola previó la asistencia de más de 120.000 asistentes a esta fiesta que se interrumpió casi tres años debido a las restricciones ocasionadas por la pandemia global.
Detalló que se podrán conocer más de 78 casas vinícolas con más de 150 etiquetas de vinos “de talla mundial”, además de 60 restaurantes regionales, pues dijo que “cuando se piensa en vino también se debe de pensar en comida”.
Aparte, Quiñones señaló que Baja California, que recibe las Fiestas de la Vendimia, representa el 12 % de la ocupación hotelera del país y que el aforo por número de pasajeros y vuelos se ubican en un 23 % y un 27 %, respectivamente.
Por ello, esperó que el regreso de este festival de vino, que se llevará a cabo del 30 de julio al 21 de agosto próximos, haga repuntar aún más el turismo en la entidad fronteriza con Estados Unidos.