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Se batalló, pero Durango ahí la lleva saliendo de los adeudos del aispurato…
Cuando parecía que sería imposible sacar a Durango del semáforo rojo -por el nivel de endeudamiento en el que lo dejó el sexenio anterior-, bastó un trimestre de un correcto manejo financiero, para que el estado saliera de ese estatus en el que lo tenía la Secretaría de Hacienda y Crédito Público por medio de la Unidad de Coordinación con Entidades Federales, organismo que busca regularizar a todos aquellos estados en el sistema de alertas, dando cumplimiento a las obligaciones pendientes a corto plazo de cada entidad federativa, por lo que no era casualidad que Durango estuviera en ese semáforo rojo, estatus del cual, ya salió, según lo dicho por el propio gobernador Esteban Villegas Villarreal.
Se debe recordar que cuando esta administración tomó el control del estado -en septiembre del año anterior-, Durango presentaba un nivel de endeudamiento elevado, entre los que destacan ocho contratos de crédito a corto plazo y con un capital vencido del orden de los 890 millones de pesos con distintas instituciones bancarias, por lo que en un esfuerzo por sanear las finanzas estatales, el mandatario estatal instruyó a que en noviembre, se iniciara un proceso de liquidación de dichos créditos, mismo que culminó el pasado 7 de diciembre del 2022, por lo que la entidad pasó a semáforo amarillo, según la notificación enviada por el sistema de alertas referido.
Lo anterior, no deja de ser importante en la continuación de políticas públicas encaminadas al tema económico que le permita a Durango estar en otras condiciones de renegociar la deuda heredada, pues aún faltan otros rubros por saldar, pero al menos esta noticia, no deja de ser alentadora, pues a este paso, el estado estaría cerca de ser sujeto una vez más de créditos bancarios que le permitan salir de los pendientes más importantes que se tienen, sin que ello signifique que nuestra entidad tenga que quedar endeudada, como sí ocurrió en el sexenio anterior, en donde se contrajeron dichos créditos y no se pagaron, dejando comprometido el historial crediticio de los duranguenses.
No es ningún secreto que el manejo financiero de esta administración en comparación con la anterior, es abismalmente contrastante, pues por ejemplo, ahora sí se están entregando las participaciones en tiempo y en forma a los alcaldes, lo que claro está no ocurrió en el pasado, pues solo al municipio de la capital, se le quedaron debiendo por ese concepto 600 millones de pesos, los cuales, deberán salir de algún lado y resarcir el daño causado, sin obviar que solo esta semana, el gobernador Esteban Villegas, también entregó a los presidentes municipales recursos procedentes de la regularización de vehículos de procedencia extranjera que podrán ser usados para temas de pavimentación y caminos de cada una de esas zonas limítrofes.
No hay duda… Sí hay diferencias.
