Trabajaba como bartender en un restaurante local
No eran conocidos Yahir y Lili, fue el simple gusto del joven y presunto homicida hacia la mujer lo que causó el atroz crimen que vendría a causar una revuelta social en la capital de Durango. Perdió los estribos al contemplar la belleza de la joven mujer, a quien luego le causaría diversas lesiones y, seguido, huiría por calles del centro de la ciudad.
Es Yahir, un joven empleado de un restaurante local donde se desempeñaba como “bartender”, quien en pocas horas fue la persona más buscada por diversos puntos de la capital, esto tras haberle arrebatado la vida a Lili, una joven mujer con residencia en el poblado Plan de Ayala.
Una línea de tiempo que se ha trazado desde el momento de haber atendido el reporte por parte de las autoridades es la que llevó a su arresto. El sujeto habría estado por varias horas en un sitio de los llamados de “mala muerte” en la zona centro. Ahí consumió drogas y alcohol.
Al caminar por calles de la ciudad, en las inmediaciones de la Plaza de Armas, quien en necesidad de orinar entro a la tienda Coppel Constitución. Ingresó y localizó el área de los sanitarios, ahí observó a Lili, de quien su gusto por la dama causó, según evidencias, que la contemplara por más de media hora. La joven empleada había impactado a Yahir.
Yahir, el presunto homicida, observo a Lili acudir al baño, por lo que aprovechó para ingresar y fuera de si, por las drogas y alcohol que había consumido, acabó con la vida de alguien a quien describen sus compañeros y familiares como sumamente amigable y alegre.
Huir fue su única salida, tomó el pantalón de la chica además de su teléfono celular, puso la prenda sobre su cabeza y huyó por calles del centro hacia su lugar de trabajo. Para ese momento ya zonas cercanas a la escena del crimen estaban siendo peinadas por cuerpos de seguridad y el tiempo para huir del joven de 20 años se agotaba. Su error, poder ser monitoreado por la señal telefónica que finalmente llevaría a dar con su paradero.
Durango se encuentra con una familia enlutada, una sociedad dolida y bajo el asombro a más de 24 horas de suscitado el terrible hecho, de quien se tiene ahora ya al presunto responsable y deberá responder ante un juez por sus actos.
