La presencia de lluvias en la capital ha limpiado al aire y su calidad ha resultado mejor de acuerdo a las más recientes variaciones, de acuerdo a lo que reporta el Sistema de Monitoreo de la Calidad del Aire en Durango.
El Sistema, dependiente de la Secretaría de Recursos Naturales y Medio Ambiente del estado (SRNyMA), cuenta con tres módulos de supervisión de la calidad del aire: uno ubicado al oriente, sobre el Palacio Federal; otro al centro, en el Tecnológico de Durango, y uno más al poniente sobre salida a Mazatlán.
De estas tres zonas el Sistema identifica como el más seguro el del primer cuadro de la ciudad, que se extiende por todo el Centro Histórico y las colonias aledañas a él, donde la concentración de partículas de monóxido de carbono se mantiene en las 16 PM10, que son partículas contaminantes.
En cambio, la zona oriente es la de mayor índice de partículas contaminantes, donde a primeras horas del día suele ser de calidad “regular” y los días más fríos ha llegado a ser “mala”, esto por la alta concentración de vehículos, las ladrilleras y que en ella se hayan muchas calles sin pavimento.
Las PM10 se pueden definir como aquellas partículas sólidas o líquidas de polvo, cenizas, hollín, partículas metálicas, cemento o polen, dispersas en la atmósfera. Están formadas principalmente por compuestos inorgánicos como silicatos y aluminatos, metales pesados entre otros.
La exposición prolongada o repetitiva a las PM10 puede provocar efectos nocivos en el sistema respiratorio de la persona, no obstante, son menos perjudiciales que las PM2,5 ya que, al tener un mayor tamaño, no logran atravesar los alveolos pulmonares, quedando retenidas en la mucosa.