Adriana Porras Zubiría, presidenta de la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera (Canirac), señaló que desde 2018 no se ve una recuperación económica real en el sector que representa.
Destacó que, al menos en el estado de Durango, el ramo restaurantero sufre constantemente para mantener a flote los negocios, sobre todo a partir de las medidas instauradas por el sexenio anterior.
“El aumento en los salarios mínimos nos aumentó el gasto de nuestros costos fijos. Antes teníamos para hacer reservas con miras a mejorar el local, quizá abrir una sucursal, ahora nos conformamos con mantenernos”.
Agregó que se han aplicado diversas estrategias como reducir la plantilla laboral en búsqueda de mantenerse abiertos y no demeritar la calidad de los platillos, para de esta manera no afectar a los comensales.
“Los restauranteros tenemos que ser muy creativos. Trabajamos constantemente en reducir las mermas al interior de las cocinas para poder seguir trabajando con buenos ingredientes”, finalizó Porras Zubiría.