- Ambiente Político por Eduardo Serrano
Los dinosaurios dominaron la faz de la tierra, sin embargo, factores internos y externos a ellos, acabaron por completo con esos impresionantes seres, que fueron incapaces de adaptarse, dejando para la historia solo su recuerdo. Las instituciones de todo tipo, como las especies, no sobreviven por ser las más fuertes, ni las más grandes, sino aquellas que, precisamente, logran adaptarse al cambio impuesto por las circunstancias, y desechan lo que internamente los carcome. En el ambiente político, el Partido Revolucionario Institucional, así como lo conocemos, parece estar llegando a su fin; está siendo golpeado por una lluvia de meteoritos, derivado de sus fallas internas, y por las derrotas electorales, que van mermando su fuerza y amenazan con extinguirlo. Les guste o no, México ha entrado en un nuevo periodo con la Cuarta Transformación, que demanda un cambio sustancial, una evolución de los partidos de oposición, en particular del tricolor, porque ya no podría soportar que se le presente otra devastadora elección.
En Durango, los priistas lograron sobreponerse a su debacle. Evolucionaron en una nueva generación de liderazgos, que retomó el camino de las causas sociales, aquellas que en algún momento de su historia, les dio identidad. Después de la derrota del 2016, el propio Esteban Villegas se fue reinventando, mientras el tricolor cosechaba victorias en cada proceso electoral, hasta llegar al 2022, donde se alzó con el triunfo. Sin embargo, no solo para los priistas, también para panistas y perredistas, ha sido sumamente complicado enfrentar el poderío cuatroteísta, que avanza abrumadoramente pintando de guinda el territorio nacional. Hubo necesidad de aliarse de manera formal para mantener algunos espacios de poder, como fue en 2021, 2022 y ahora en 2024, logrando una contención efectiva en la capital, pero la realidad que vive el PRI a nivel nacional, es crítica.
Hay quienes aseguran que no le será nada difícil a MORENA, convencer a dos o tres senadores priistas, para completar la mayoría absoluta en la Cámara Alta. La lealtad en las filas del PRI, es un valor también en peligro de extinción, por eso, si no se da un cambio evolutivo en el tricolor, la desbandada será la única alternativa que tendrán las y los militantes que deseen continuar con su carrera política, y no se necesita ser adivino, para saber a dónde van a ir a parar esos perfiles. No hay lugar para las simulaciones, el PRI debe dar un salto cósmico, que deje en el pasado toda su historia, los pasajes buenos y malos, para que ésta sea solo materia de estudio, y no de repudio.
A nivel nacional, hay quienes afirman que la reconstrucción del tricolor, tendrá como punto de partida a Durango, aplicando las acciones y estrategias que mostraron efectividad en las urnas, de ahí que suene una vez más, el liderazgo de Esteban Villegas como referente. Pero, si las “reflexiones” que realizarán en la 24ª Asamblea Nacional, a la que ha convocado Alejandro Moreno Cárdenas a su militancia, sectores y organizaciones, no los conduce a una verdadera evolución, que implique cambios de forma, quizás entre ellos, el cambio de nombre, de logotipo, de colores, etc., y cambios de fondo, donde haya un verdadero compromiso por erradicar la corrupción que los asocia directamente con la marca, y que se deshagan de los falsos liderazgos que los han arrastrado al punto del exterminio, en resumen, si no hay cambios sustanciales de forma y de fondo, la extinción… será inminente.