- Columna Sena de Negros por: Dionel sena
El presidente Andrés Manuel Lopez Obrador, sabe que necesita volver a mostrar músculo político, a partir de la marcha en defensa del INE que se vivió en al menos 50 ciudades del país el pasado domingo, incluida la Ciudad de México, las cifras pueden variar, pero lo que es innegable, es que cientos de miles de ciudadanos mexicanos, salieron a manifestarse en contra de la Reforma Electoral que se propone desde Palacio Nacional, por lo que el de la Macuspana, sabe que ese “raspón” solo se lo puede quitar organizando una marcha él mismo y además, buscar otros mecanismos para que algunos apartados de su reforma, pasen a través de leyes secundarias, las cuales, serán pecata minuta para lo que quería hacer con la forma en que está organizado hoy en día el sistema electoral nacional.
Este miércoles, el mandatario federal, anunció que sería el próximo 27 de noviembre, cuando con motivo de su Cuarto Informe de Gobierno, encabece una marcha del Ángel de la Independencia al Zócalo, para lo que seguramente, echará toda la carne al asador tratando de mandar un mensaje claro y contundente, de que si alguien le entiende a lo de las marchas, es justamente él, por lo que querrá llevar aún más gente para minimizar la marcha del domingo, lo que podría lograr fácilmente, pues tiene toda la estructura gubernamental para ello y al partido oficial para llevarlo a cabo, por lo que sería un fracaso, si no consigue duplicar el número de asistentes a la marcha por la defensa del INE, pues él no se puede permitir que el chirrión se le voltee por el palito que a menos de dos años del término de su sexenio, sería imperdonable y con altos costos políticos.
De igual manera, el mismo López Obrador, ha adelantado que si su Reforma Electoral no pasa y que seguramente así ocurrirá, tras los dichos de Alejandro Moreno Cárdenas de que el PRI, no la apoyaría, el presidente estaría valorando un plan B, para que a través de leyes secundarias, varias de sus propuestas pudieran transitar, entre ellas, la elección de consejeros y magistrados electorales, así como la reducción de legisladores plurinominales, sin que sea aprobada por dos terceras partes del poder legislativo, lo que para la oposición, sería una ilegalidad, pues eso sólo se puede modificar con una reforma a la Constitución, por lo que irremediablemente, la propuesta, si llega a pasar, terminaría con impugnaciones ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación y sería el poder judicial el que decidiría el destino del sistema electoral en nuestro país.
Con lo anterior, queda claro que al presidente le caló la marcha del domingo y que buscará por todos los mecanismos posibles, minimizarla, lo que a estas alturas, ya será difícil de hacer, tomando en cuenta que fueron cientos de miles de ciudadanos los que salieron a defender al INE y si ya lo hicieron una vez, seguramente que no dudaran en volverlo a hacer, lo que desatará una guerra de marchas sin precedentes en la historia de este país y que solo servirán para polarizar aún más a una sociedad que lo que busca, son respuestas a sus necesidades y demandas y no mayor protagonismo de nuestra clase política, algo que difícilmente entenderán.