Por: Ernesto González Valdés
Pude haber nombrado al artículo comprensión lectora, pero para no ir al grano se me ocurrió dicho título, que de buscar el significado de «comprender» se entiende como «Percibir y tener una idea clara de lo que se dice, se hace o sucede o descubrir el sentido profundo de algo» / «Considerar explicable, justo o razonable un hecho, un sentimiento, etc., o tener buena voluntad hacia algo o alguien».
Válida ambas acepciones que de vincularlas a leer -Ser capaz de leer, interpretar o comprender-, podemos sintetizar que de poseer la capacidad de entender lo que se lee tanto en referencia al significado de las palabras que forman un texto, y el sentido dentro y fuera del argumento total, la lectura será comprensiva o sencillamente hay una comprensión lectora.
Acción que constituye un factor imprescindible para poder leer y entender lo que nuestros ojos visualizan palabras, textos escritos para interpretarlos mentalmente o traducirlos en sonidos, y cuya responsabilidad “cae” en la espalda de aquellos docentes que imparten la disciplina de español, que hoy en boga se identifica como comunicación y lenguaje (suele considerarse una unidad usualmente dentro de los programas), nombre que resulta mucho más elocuente de lo que se persigue con la misma y no solo Español.
Si hago un alto aquí, usted se preguntará ¿para qué tanta verborrea? Explico, no se impaciente.
Si usted es de las personas que me sigue a través de mis artículos, podría sacar algunos rasgos de mi vida personal, por ejemplo: docente, muchos años ejerciendo la profesión (ya jubilado), le gusta escribir (obvio), le gusta leer «condición sine qua non»[1], de donde posiblemente “agarra la musa”[2], además de tratar de mejorar mi escritura.
Artículos que evidencia experiencias vividas generalmente asociadas a valores, más algunos tips[3] de mi familia, lo que suele identificarse como «leer entre líneas»[4]
Producto de mis escritos -promovidos en las redes sociales, medios periodísticos impresos o digitales, -ello me ha permitido establecer relaciones con docentes mayormente, que opinan, dan me gusta, lo comparten, prioritariamente en modo virtual, pero que también agradecen cuando parte de mi trabajo (libros electrónicos, webinares, material de ayuda, etc.) se los hago llegar.
Más de uno me ha cuestionado que ¿por qué regalo mi trabajo? La respuesta sencilla: ¡Espero que le sea útil para quiénes lo necesitan! Sin embargo, buscar la palabra que sintetizara lo que he señalado entre signos de admiración, me costó mucho trabajo, mucho, les soy sincero, hasta considerar haber dado con ella.
Acaso aquellos que dedicamos nuestras vidas y posiblemente abandonemos la parte familiar, tratando que nuestros discípulos aprendan y comprendan, pero que además sean buenos ciudadanos, que dedicamos horas, horas, en preparar nuestras clases, incorporando el uso de la tecnología que antes era uno o varios libros como referencia, en este momento lo anterior más el dominio -en la mayoría de los casos un tanto autodidacta- de programas, aplicaciones, informaciones múltiples pertenecientes al campo de la informática y todo eso se realiza GRATIS, donde no existe una correspondencia entre el número de horas trabajadas y las que empleamos para ello.
La palabra se llama BONDAD, «una persona con bondad, posee una inclinación natural a hacer el bien», significado que me enorgullece, porque formo parte de un ejercito de millones de habitantes bondadosos/as que ejercen esta profesión tan digna que se llama profesor, maestro, docente.
¡Felicidades colegas!
[1] Expresión latina que significa ‘sin la cual no’ y se aplica a una condición que necesariamente ha de cumplirse o es indispensable para que suceda o se cumpla algo.
[2] Inspiración que siente el artista y que estimula o favorece la creación o la composición de obras de arte; esta inspiración suele representarse personificada.
[3] Tip es un término inglés que puede traducirse como “consejo” o “sugerencia”. Los tips, por lo tanto, son recomendaciones que se hacen respecto a un tema.
[4] Descubrir un sentido oculto, una segunda intención o una alusión velada, en lo que se ha dicho o escrito.