Imposible eliminar el servicio social en la carrera de Medicina. Ni siquiera hay espacio para la discusión, puesto que se trata de una ley federal hasta ahora intocable.
Médicos y enfermeras del hospital regional de El Salto, donde se produjo la tragedia del viernes de la semana pasada, renunciaron a su servicio social en bloque ante la falta de seguridad.
Luego, los renunciantes aseguraron que se van por la falta de garantías, aunque por ahí uno o dos añadieron que se van porque están seguros que el detenido no es el culpable, que es un “chivo expiatorio”.
El tema no da para discusión, desde registrado el lamentable homicidio se habló de un tipo con un gran tatuaje en la cara, y el detenido tiene un gran tatuaje en la cara.
Sin embargo, los hechos también los presenció un hermano del occiso. Él también se fijó en las características del homicida y en la apariencia varios de los presentes constataron que se trata de la misma persona, incluyendo al consanguíneo de Erik Andrade, la víctima.
Será la Fiscalía General del Estado la que precise la materia y aclare si se trata de la misma persona, porque si no es de inmediato debe ser liberada, pero de inicio varios de los presentes en el crimen admitieron a los detectives que se trata de la misma persona.
No es tema menor aclarar si es el responsable la persona detenida. Cosa de dar con quienes en el supuesto le acompañaban y que abunden en datos para puntualizarlo todo.
Alguien dijo por ahí que estaban revolviendo manzanas con peras, que al protestar por el servicio social estaban quejándose por la miseria que les dan como retribución, que luego no alcanza ni para el transporte.
Y sí, es posible que no les alcance para nada, pero ese es otro problema mucho muy distinto que de inmediato debe revisarse, y tiene que revisarse y resolverse, porque, como decimos al principio, eliminar el servicio social es algo así como imposible.
No es negociable el servicio social, simple y sencillamente porque es parte de la preparación de los futuros médicos. Es la socialización de los probables galenos con el resto de la población, dijo luego el secretario de Salud a nivel nacional Dr. Jorge Alcocer Varela.
Igual, acá ya habló el director de la Facultad de Medicina de la UJED, el doctor Antonio Sifuentes Ávila y coincidió el Ing. Tomás Palomino Solórzano, subsecretario de Educación en el estado. O sea, el servicio social no se mueve, porque para moverlo o quitarlo tiene que emitirse una reforma a la ley de la materia, algo que no es sencillo en México.
Si el que escribe fuese estudiante enfocaría más las baterías en exigir mejores condiciones de seguridad y prestaciones, que reciban en un momento dado un sueldo por lo que hacen, que merecido lo tienen.
No es broma reconocer que reciben más los “ninis” que los pasantes o cercanos a graduarse en alguna licenciatura, como sería el caso de Medicina, y eso no podemos ni debemos admitirlo.
Un estudiante con esa clase de ayudas ni come y mucho menos viste. Cómo le hacen para sobrevivir. Hay que entender su problema desde esa óptica y por eso reconocemos, al menos nosotros, que merecen algo más que los 500 o 700 pesos que reciben mensualmente.
No es exagerado decir que gana más un “limpiaparabrisas”, pues no pocos aseguran que ellos juntan en ocasiones, en días buenos, hasta tres mil pesos por jornada. Hay un gran desprecio por esos estudiantes, una gran ofensa para ellos, desde luego.
La tragedia del jueves pasado sobre la caseta Garabitos de la súper a Mazatlán no es la primera, van cuatro o cinco catástrofes que se registran en el sitio por falta de frenos. Está mal diseñada la estación de cobro.
Suman varios muertos en la referida caseta de cobro provocados por camioneros que arriba se quedan sin frenos y evitan la rampa de frenado, pues saben que el vehículo se hará pedazos y prefieren esperar a ver si un milagro los detiene y los salva.
Igual como el jueves pasado, cuyo camión cargado de maíz pasó la rampa y se siguió de frente a pesar de la velocidad que traía. Llegó a la caseta y se llevó cuanto vehículo hacía fila para pagar el peaje.
Si no se puede mover la caseta, de perdido que se diseñe un paso especial para vehículos sin frenos y que pueda pasar de largo, y no que el conductor tenga que llevarse lo que se le cruce, de ahí las distintas tragedias registradas.
Creemos que lo más sencillo para medio evitar las consecuencias por vehículos sin frenos es reservar uno o dos carriles especiales para que pasen por ahí, procurando que siempre estén libres para que pasen sin problema y puedan detenerse en el camino cuesta arriba que justo inicia en la caseta, y nos referimos a vehículos que vienen con rumbo a la capital.
Oh, pero olvidábamos. Es una mera idea nuestra, de ninguna manera es lo que está pensando CAPUFE. Caminos y Puentes Federales tiene cerrados y obstruidos los carriles precisamente para que no se pase nadie sin pagar, pero ese es otro problema menor comparado con el de los autos sin frenos.
Sobre los conductores ebrios, sobre todo sobre la súper Durango-Mazatlán, alguien debe poner un alto, y ese alguien es la misma CAPUFE, pues de ella depende la mentada “seguridad” que ofrece en ese camino.
Y ahora nos enteramos que muchos de los accidentes en la rúa son provocados por manejadores ebrios, mayoritariamente muchos que vienen de Mazatlán, todavía eufóricos por haber estado en la playa y todo lo que implica consumir alcohol.
Lo correcto para quien ha de manejar en carretera es no tomar ni haber tomado en las últimas horas ni gota de alcohol, pero… esa parece letra muerta, porque tal parece que todos vienen borrachos.
Entonces, como el conductor no entiende esa realidad, ese peligro inminente, Caminos y Puentes Federales debe hacerles un examen antes de tomar carretera para evitar precisamente que se conduzca en condiciones inconvenientes, y por igual, tanto a particulares como a camioneros, que luego andan hasta atrás, como placa de tráiler.
Totalmente de acuerdo con eso de que los viajes ilustran, pues hasta ahora que pasamos por Monterrey pudimos enterarnos de quienes ya desataron su campaña: Alejandro Murat, Adán Augusto, Claudia y Marcelo.
La principal sorpresa es la inclusión a la tandareola de Murat, pues es gobernador y… hasta ahora se sabe que quiere la grande, o por lo menos es lo que tratan de avisar en varios anuncios espectaculares en la zona conurbada de la capital neoleonesa.
Sobre las “corcholatas” no es nada nuevo, desde inicios de julio que los “destapó” el presidente Andrés Manuel López Obrador soltó amarras y prácticamente les abrió la puerta para que inicien precampaña. Ilegal y todo, pero ya están desatados.
Falta Ricardo Monreal, claro, pero… la realidad parece ir superando las aspiraciones del zacatecano, a quien incluso se dice ya convencieron para que vaya por la Ciudad de México, pero… el líder del Senado quiere la grande.
Morena avisó que seleccionará mediante encuestas, y a Monreal no le pareció, pues dijo que si es así, que no es más que el vulgar y priista dedazo, mejor ni se despeina.
Los de enfrente están revisando con lujo de detalles la posibilidad de que Diego Fernández de Cevallos vuelva a ir por la Presidencia que una vez ya tenía en la bolsa, pero que renunció para permitir el paso de un tal Carlos Salinas de Gortari.
Creemos que Ricardo Anaya sigue siendo un buen prospecto, pero… serán los panistas los que determinen el rumbo de las cosas.
Si los asistentes a las instalaciones de la Feria insisten en no usar el cubrebocas, no sería extraño que en cualquier momento la autoridad cancele el festejo, puesto que mucha gente sigue exponiéndose al contagio.
Olvidan que la pandemia sigue siendo algo real, que por esa razón ha muerto mucha gente no nada más en Durango, sino en el mundo entero han causado baja millones de personas que no pudieron remontar los efectos de la terrible enfermedad.
La semana pasada también comentamos que en los primeros días de feria fueron realmente pocos los que entraron y salieron con cubrebocas, que fueron muy pocos los que se protegieron, y así no se puede.
Sería lamentable una cancelación, puesto que la celebración está dejando importantes dividendos a las diversas actividades comerciales y ojalá así siguieran por mucho tiempo, pero…
A una semana del comienzo de la Feria Durango 2022 se hizo presente el rumor de que pudiera ser suspendida ya que no se están respetando los protocolos de sanidad para frenar los contagios de covid-19, algo que a estas alturas suena complicado que se pueda realizar.
Y es que por parte de la población se sigue la misma postura desde que comenzó la contingencia: continúan sin acatar los protocolos sanitarios y pese a los llamados de las autoridades simplemente no han querido colaborar para poner orden en el tema.
Y es que constantes son las quejas de algunos de que la Velaria está a reventar, todos amontonados casi casi unos sentados arriba de otros sin cubrebocas. Las demás instalaciones están igual, llenas, la gente sin guardar distancia adecuada, mucho menos interesados en cuidarse, traen el cubrebocas de collar.
Pese a todo esto luce imposible suspender los festejos, pues hay implicados fuertes intereses monetarios de por medio: los empresarios han gastado en rentas, arreglo de locales, los encargados del palenque en pagos de personal, artistas; los comerciantes en surtir sus mercancías, los restaurantes en insumos para atender al público y la elaboración de comidas, por lo que a estas alturas ya no ven factible el paro, pues solo tendrían pérdidas.
No es de esperarse que pasada la Feria comiencen de nuevo a dispararse los contagios a nivel estatal, como ha ocurrido desde que finalizaron las elecciones, también ya se acercan celebraciones como el 16 de septiembre, Día de Muertos y Navidad, donde se registran grandes aglomeraciones de gente, por lo que al parecer todo seguirá igual…
Uno de nuestros seguidores se quejó en la semana que hay varios comedores en la FENADU que usan la “pluma cuata” y como si se tratara de restaurantes de lujo ya le cargan la propina a la cuenta, cuando es algo voluntario.
Las propinas, dicen los clásicos, se les dan a los meseros si es que hubo una buna atención. Si no hay una atención de primer nivel no se les debe dar nada y no solo eso, decirles por qué no se les da nada.
Entonces, quien se acerque a esos comederos, fíjese bien en los precios anunciados, comparen lo consumido y definan si es lo correcto en la cuenta final, porque se dan casos.
Y claro, como siempre, hay verdaderos “pillos” a cada paso que da uno, pero también hay gente honesta, respetable y respetuosa que no se va a quemar por cincuenta o cien pesos. Luego el que la lleva es el negocio, pero en fin, así son las ferias.
La mano de pintura que en este momento reciben muchas fachadas en el Centro Histórico de la ciudad sin duda les dará un mejor aspecto, aunque no deja de sorprender que repentinamente aparezcan cuadrillas que se dedican a darle un poco de color a establecimientos comerciales e incluso viviendas que se encuentran en el primer cuadro para embellecerlo.
Esto está muy bien, aunque se trata de acciones que puedan llevar a preguntas como ¿a quién le sobró pintura y decidió destinarla a mejorar la imagen urbana? Sin considerar que tal acción esté mal, solamente cabe la duda de por qué hasta ahora, cuando se trata de algo que en teoría debe realizarse de manera periódica, y más aún habrá que ver si después de darles una “manita de gato” a los edificios en cuestión será posible que esta labor se extienda también a las calles y no solamente las más céntricas, sino las que se encuentran en distintos puntos de la ciudad y que lucen en mal estado.
Aunque hay que reconocer que una pintadita no resolvería el problema, pues requieren mucho más que eso; ojalá que las autoridades tan preocupadas por las fachadas lleven esa inquietud también a otros temas importantes en lo que se refiere a la capital del estado, como es el arreglo de las vialidades, entre otros que también requieren atención.
Esos de la Federación Mexicana de Futbol son unos “loquillos”, pues exigen que equipos como Alacranes de Durango demuestren una riqueza que están muy lejos de alcanzar, y para nada, porque no hay posibilidades de ascenso.
Trascendió en las últimas horas que Alacranes fue advertido por la FEMEXFUT que si no embutacan el estadio Francisco Zarco en unos días, se exponen a ser desafiliados.
Y para las butacas se necesitan un mínimo de 15 millones de pesos que ni en sueños tienen en caja, aparte de que ni siquiera se les permite meter más aficionados, pues ¿qué les pasa?
Una franquicia en liga de expansión tendría más valor si los equipos tuviesen aspiraciones para ascender, para pasar al máximo circuito, pero… como se trata de una mafia, los grandes se organizaron y eliminaron el descenso, con lo que la liga mexicana pasó a ser la única en el mundo que no tiene ascenso y descenso.
La calidad de sus jugadores, por lo tanto, queda condenada a ser siempre la misma, pues para qué echarle ganas si se tiene asegurada la permanencia en el máximo circuito.
La cosa es que esos “loquillos” ya empezaron a amenazar a los Alacranes y, quién sabe qué pueda pasar. ¡Malo para la afición local..!