Durango, Dgo
La primera lluvia intensa de la temporada ha vuelto a revelar la cruda realidad de miles de familias en el oriente de la ciudad. Habitantes de colonias como Luz del Carmen, Cielo Azul, Humberto Gutiérrez y Lázaro Serrano, entre otras, claman por la pavimentación de la calle “Camino a la loma”, una vía crucial que con cada aguacero se transforma en un intransitable río de lodo, dejando a las comunidades aisladas y vulnerables.
La situación, lejos de ser una novedad, es un problema crónico y previsible que los vecinos han denunciado durante años, sin obtener una solución definitiva por parte de las autoridades municipales.
“Camino a la Loma”: Eje del Caos con Cada Lluvia
La calle “Camino a la loma” es la principal, y en muchos tramos, la única arteria de acceso para estas colonias. Al carecer de pavimento, la tierra no permite un drenaje adecuado del agua de lluvia, provocando un rápido empozamiento que inunda calles, accesos y, en ocasiones, incluso las viviendas aledañas.
“No es una contingencia, es un problema de siempre, es algo previsible. Cada que llueve, esto se inunda y la gente se queda sin poder salir o entrar. Llevamos años señalando que el origen de este caos es esta calle sin pavimentar. Es una situación que se repite y que ya no deberíamos estar viviendo”, expresó con notable frustración un vecino de la zona que, por temor a represalias, prefirió mantener el anonimato.
Demandas de Seguridad y Conectividad Ignoradas
La recurrencia de este problema, que se agrava con cada temporada de precipitaciones, ha generado un profundo hartazgo e indignación entre la comunidad. Los habitantes de estas colonias sienten que la falta de inversión en infraestructura vial básica los condena a un ciclo interminable de afectaciones y riesgos.
La pavimentación del “Camino a la loma” no es solo una petición de mejora urbana o progreso; se ha convertido en una demanda urgente de seguridad y conectividad. Cada vez que el cielo se nubla y las lluvias arrecia, estas zonas de Durango quedan prácticamente incomunicadas, impactando en la vida diaria, el acceso a servicios básicos y la seguridad de miles de personas.
Los vecinos esperan que esta vez sus voces sean escuchadas y que las autoridades municipales tomen acciones concretas para solucionar de manera definitiva un problema que lleva demasiado tiempo afectando a estas comunidades del oriente de la ciudad.
