Pese a múltiples solicitudes formales de auxilio federal, el alcalde de Uruapan no recibió respuesta suficiente.
En los meses previos a su asesinato, el alcalde de Uruapan realizó al menos cuatro solicitudes públicas y explícitas de apoyo al Gobierno Federal encabezado por la presidenta de México. A pesar de ello, los refuerzos nunca llegaron en la dimensión que él denunció como necesaria para contener la violencia en el municipio.
Los llamados ocurrieron en distintos momentos críticos:
📌 1. 15 de septiembre de 2025
En vísperas del Grito de Independencia, el alcalde canceló el evento cívico por falta de condiciones de seguridad.
Desde el Palacio Municipal, dirigió un mensaje nacional:
“Hago un llamado URGENTE a la presidenta para que envíe apoyo federal. La situación nos rebasa.”
📌 23 de septiembre de 2025
En un mensaje difundido en redes, portando chaleco antibalas, solicitó que el Gobierno Federal asumiera su responsabilidad en los delitos del fuero federal cometidos en la región:
“Los delitos federales no son competencia municipal. No nos abandonen.”
📌 8 y 9 de octubre de 2025
En entrevistas y publicaciones digitales, pidió de manera directa a la presidenta y al secretario Omar García Harfuch que no fuera retirada la Guardia Nacional de Uruapan.
Su argumento: la policía municipal no contaba con la capacidad operativa para enfrentar a los grupos armados.
📌 8 de octubre de 2025 (solicitud adicional)
Ese mismo día realizó otra solicitud pública, esta vez para equipamiento:
“Necesitamos armamento. Si el crimen tiene mayor poder de fuego que el Estado, nos condenan a la derrota.”
Coberturas periodísticas locales confirman que las peticiones no comenzaron en septiembre, sino meses antes.
En junio, el alcalde ya había exigido formalmente apoyo federal para proteger a la ciudadanía.
Y el día de su homicidio, medios nacionales recordaron:
“Ya había pedido ayuda… y nunca llegó.”
Tras su muerte, ciudadanos han cuestionado la falta de respuesta oportuna del Gobierno Federal. En redes sociales circula el sentimiento de abandono:
“Si él, siendo autoridad, no obtuvo apoyo… ¿qué podemos esperar los ciudadanos comunes?”
Los registros públicos muestran un patrón claro:
El alcalde pidió ayuda federal en repetidas ocasiones, de manera explícita y documentada.
Aun así, la violencia avanzó.

