Durante los últimos meses del año se ha vuelto cada vez más visible la presencia de personas solicitando monedas en el primer cuadro de la ciudad de Durango, una imagen que refleja el complicado panorama económico que enfrentó gran parte de la población en este 2025.
En calles como Constitución, 5 de Febrero, Victoria, Zaragoza y en los alrededores de la Plaza de Armas, se observa a hombres, mujeres, adultos mayores e incluso familias completas pidiendo apoyo a los transeúntes, algunos ofreciendo dulces, limpiando parabrisas o simplemente extendiendo la mano ante la falta de oportunidades.
De acuerdo con testimonios recabados en la zona, muchas de estas personas perdieron su empleo durante el año o vieron reducidos sus ingresos debido a recortes, cierres de empresas, liquidaciones o falta de contratación, situación que también se ha reflejado en dependencias gubernamentales y en el sector privado.
El desempleo, el aumento en el costo de la vida y la falta de estabilidad laboral han empujado a más duranguenses a buscar alternativas para subsistir día a día. Comerciantes del Centro Histórico señalan que esta situación se ha intensificado en los últimos meses, especialmente durante el cierre de año, cuando tradicionalmente aumenta el gasto familiar, pero no así los ingresos.
“Antes veías a una o dos personas pidiendo apoyo, ahora son muchas más, incluso familias completas. Se nota que la situación está difícil”, comentó un comerciante de la zona centro.
A esto se suma el incremento en precios de productos básicos, renta, transporte y servicios, lo que ha reducido considerablemente el poder adquisitivo de las familias, obligando a algunos a recurrir a la caridad para poder cubrir necesidades básicas como comida o transporte.
Aunque autoridades han señalado esfuerzos por mantener programas de apoyo social, la realidad en las calles evidencia que el impacto económico de este año ha sido profundo y que la recuperación aún no llega para todos.
La imagen de más personas pidiendo monedas en el corazón de la ciudad se ha convertido en un reflejo silencioso de un 2025 complicado, marcado por la incertidumbre laboral y la lucha diaria de cientos de duranguenses por salir adelante.
