Gómez Palacio, Durango.
Tras el reciente cuestionamiento sobre la seguridad en las obras de infraestructura escolar, la delegada de Bienestar en Durango, Catalina García Quintero, aseguró que existe una vigilancia estricta sobre el ejercicio de los recursos del programa federal “La Escuela es Nuestra”.
García Quintero confirmó que en cada plantel educativo beneficiado con este esquema, un Servidor o Servidora de la Nación está asignado para vigilar los trabajos. Esta medida busca garantizar que la inversión se aplique correctamente y que las obras se realicen bajo los estándares de seguridad adecuados.
La delegada explicó que el personal de Bienestar cuenta ahora con el acompañamiento de especialistas del INIFED (Instituto para la Infraestructura Educativa del estado de Durango). Esta coordinación tiene el objetivo de obtener una opinión técnica calificada y proponer constructores que puedan intervenir en los proyectos de infraestructura.
En Durango, el programa ya ha beneficiado a 1,886 escuelas con una inversión que asciende a cerca de 500 millones de pesos. Los montos asignados a cada institución varían entre 200 mil y un millón de pesos, dependiendo del número de alumnos del plantel.
Los recursos pueden ser utilizados en diversas áreas, como equipamiento, extensión del horario laboral, remodelaciones o nuevas construcciones.
García Quintero recordó que la entrega directa de fondos a los padres de familia fue una solicitud de la propia comunidad, harta de que las autoridades educativas anteriores no aplicaran el dinero en las necesidades reales de las escuelas.
Finalmente, la funcionaria hizo un llamado a los padres y autoridades educativas a formalizar cualquier queja sobre el mal manejo de los fondos ante la instancia competente, ya que hasta la fecha la delegación no ha recibido quejas por escrito sobre estas irregularidades.

