Según registros oficiales, en esta urbe se registraron 82 homicidios dolosos en junio y en mayo hubo 107. Además, el Gobierno mexicano informó, en su reporte de junio, de que en los primeros seis meses del años, entre los 50 municipios prioritarios en materia de seguridad, el segundo sitio lo encabeza Ciudad Juárez con 320 homicidios dolosos.
Uno de los asistentes a la vigilia fue el sacerdote Beto Luna, párroco de la iglesia Tierra Nueva, quien dijo a Efe que con la acción se pide “por la paz y por la sangre jesuita, la paz comienza con la iniciativa que uno tiene y queremos compartir la sana convivencia”.
Agregó que la vigilia se trata de pedirle juntos “al Señor”, su acción de misericordia y así lograr la paz.
Entre los asistentes también estuvo Irma Aguirre, quien dijo a Efe que ella como integrante de la comunidad católica busco la paz, “para que le de la fuerza de seguir adelante”.
Detalló que no habido una estrategia para combatir la violencia en la ciudad, mientras la humanidad no tenga consciencia del escenario que vive.
En tanto, Alfredo Gálvez, otro asistente, dijo que “orar por la paz y apoyar a los movimientos diocesanos es poner nuestro grano de arena y todos hacer algo desde la fe, nosotros como laicos apoyamos esta iniciativa”.
Añadió que esta iniciativa parte de un acto para que la sociedad en diferentes situaciones se unan al llamado, para buscar más tranquilidad para las personas y sus familias.
El escenario que se vive en Chihuahua, es de un aumento de la violencia y de los niveles de inseguridad.
Uno de los crímenes que han causado más indignación fue el de dos sacerdotes jesuitas Javier Campos y Joaquín Mora, ocurrido 20 de junio, en la comunidad Cerocahui, en Chihuahua.
Un grupo armado persiguió a un guía de turistas, quien intentó refugiarse dentro de un templo; sin embargo, su atacante le disparó y lo asesinó en el atrio de la Parroquia San Francisco Javier.
Los disparos provocaron que los sacerdotes acudieran a ver qué estaba ocurriendo. Al darse cuenta de que había un hombre herido en el altar, uno de los sacerdotes se acercó al hombre para brindarle auxilio físico y espiritual, aplicándole los santos óleos.
Pero en ese momento fue tiroteado, lo que provocó su muerte. El segundo sacerdote fue acribillado cuando se acercó al sicario para intentar calmarlo.
Las muertes de los religiosos han sido condenadas por organizaciones civiles y la comunidad jesuita en México, que destacó que al menos siete sacerdotes han sido asesinados durante la administración de López Obrador.
Estos hechos se enmarcan en la ola de violencia que vive en México, pues se tiene registro de 33.316 homicidios en lo que va del año, después de los dos años más violentos de su historia, con 34.688 víctimas de asesinato en 2019 y 34.554 en 2020. EFE.