Durango, Dgo
En medio de un escenario financiero que sigue generando dudas, el Congreso del Estado avanza en el análisis de las Leyes de Ingresos 2026. La Comisión de Hacienda, Presupuesto y Cuenta Pública ha instalado durante semanas una pasarela de alcaldes y tesoreros que buscan justificar sus proyecciones económicas ante un panorama estatal que exige números claros… y que rara vez los ofrece.
Hasta ahora, 29 de los 39 ayuntamientos ya desfilaron por el Congreso, mientras que diez municipios aún deben ampliar la información pendiente. El proceso, presentado como un ejercicio de “responsabilidad y transparencia”, ocurre justo cuando Durango enfrenta cuestionamientos sobre su capacidad real de recaudación, su estructura de deuda y la viabilidad de sus compromisos financieros para el próximo año.
La presidenta de la Comisión, Rocío Rebollo Mendoza, insiste en que este diálogo directo permite conocer la realidad económica de cada municipio. Sin embargo, detrás del discurso institucional queda la pregunta central: ¿cómo se puede planear el futuro de un estado cuando todavía existen tantas incógnitas sobre sus propias cuentas?
Los alcaldes exponen necesidades, pero también limitaciones. Muchos hablan de una recaudación insuficiente, de obras detenidas y de una dependencia persistente de los recursos federales. Aun así, se espera que las leyes de ingresos se construyan bajo el supuesto de que la economía local avanzará lo suficiente para sostener sus expectativas.
Pero más allá de las reuniones formales, el verdadero debate recae en el alcance de un presupuesto que deberá definir si Durango avanza, se estanca o retrocede.
Un presupuesto que, sin claridad en las finanzas estatales, podría terminar siendo más un acto de fe que un instrumento de planeación.

