El Congreso del Estado de Durango aprobó el Paquete Económico 2026, que contempla un gasto total de 51 mil 550 millones de pesos, cifra considerada la más alta en la historia de la entidad. El dictamen fue avalado por las bancadas del PRI, PAN, PVEM y Movimiento Ciudadano, mientras que los diputados de Morena votaron en contra, argumentando falta de claridad y justificación en diversos rubros del gasto.
De acuerdo con la información oficial, el presupuesto incluye incrementos relevantes en salud, educación, seguridad y programas sociales, así como recursos para infraestructura estratégica. Entre los proyectos señalados está una bolsa de 400 millones de pesos para la construcción del Hospital de Santiago Papasquiaro, además de un aumento cercano a 890 millones de pesos para educación, 40 millones adicionales para atención a personas con discapacidad, 87 millones más para el sector agropecuario y alrededor de mil 700 millones de pesos destinados a seguridad pública.
Durante la discusión, los grupos parlamentarios que respaldaron el presupuesto defendieron que se trata de un paquete “social” y “responsable”, que busca dar estabilidad financiera al estado y priorizar a las familias duranguenses, postura reiterada públicamente por legisladores del PAN y del PRI al calificarlo como el presupuesto más sólido aprobado hasta ahora.
En contraste, la bancada de Morena justificó su voto en contra al señalar que, a su juicio, persisten áreas sin suficiente detalle, reasignaciones poco claras y un proceso de aprobación acelerado, al que incluso han calificado como un “fast track” en declaraciones a medios nacionales.
En días recientes también circuló el rumor de que la secretaria de Gobernación, María Luisa Alcalde, habría hecho un llamado a los legisladores morenistas para rechazar el presupuesto estatal; sin embargo, hasta el momento no existe confirmación oficial de dicho exhorto ni por parte de la federación ni de los propios diputados, por lo que el señalamiento se mantiene en el terreno de la versión extraoficial.
Más allá del choque político, lo que queda sobre la mesa es la expectativa de que este presupuesto histórico realmente se traduzca en cambios visibles para la población en 2026.
