La administración estatal cruza por la semana más negra a que se haya enfrentado un gobernador en los últimos cien años, o más. Nunca un mandatario se metió entre la muchedumbre por el altísimo riesgo de que sucediera lo que pasó.
El Ejecutivo, ya entre la bola, discutió como nunca con los maestros y por momentos hasta se arremangó la camisa para soltar mandarriazos, sí empujó a algunos y echó mano a sus fierros como queriendo pelear.
No lo admite la administración pero estuvieron muy cerca de generar un choque pandilleril, entre cholos pues, en el que la sangre estuvo muy cerca de llegar al río. Bueno que no haya pasado, por el bien de todos, pero faltó muy poco para que sucediera.
El mando estatal venía de varias semanas igualmente oscuras al asegurar que las protestas ante el Centro de Cancerología por madres de hijos enfermos sin atención, es algo preparado de acuerdo al momento político, y hasta hablan de sospechosos, sin presentar pruebas. La misma salida le dio en el inicio de la madre de todos los desmaderes en que haya participado un gobernador, “a ustedes me los mandaron…”, y el dicho del mandatario encendió entre los maestros la que históricamente pasa a ser una verdadera rebambaramba.
Aparentemente se arregló la zarracina con “una plática muy amistosa…”, en la que, sin embargo, el gobierno siempre les advirtió que no hay forma de pagar los laudos, aunque considerados desde la óptica jurídica, un laudo no tiene reversa. Es un tema resuelto por un juez y debe atenderse, no discutirse ni hallarle justificantes. Tienen que pagarles, así marca la regla. Aparte están los montones de quinquenios que nadie sabe a dónde fueron a parar.
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Y cuando se pensaba que estaba “resuelto” el problema con los maestros indígenas, no les han entregado su dinero, brinca el problema por las tierras afectadas en las obras de la potabilizadora.
Los ejidatarios de El Tunal y Anexos aseguran que han sido amenazados para que acepten 30 millones de pesos en vez de los 120 millones, aproximadamene, que valen los daños de sus tierras.
“Estamos amenazados por el gobierno, pero al gobierno le decimos que aquí seguiremos, que no nos moverán hasta que nos paguen lo que en justicia valen los daños al ejido…”, dice uno de los cabecillas del movimiento.
Sí, varios de los que encabezan el ejido están preocupados, aunque no temerosos, de que una noche llegue la policía y los eche a balazos, de ser preciso, pero repiten que si no les pagan, no se moverán.
“Ya sé –dice uno de los ejidatarios- que ya hasta le pusieron fecha a la terminación de la obra para el próximo mes de marzo, pero quién sabe cómo la irán a terminar, si todo está paralizado porque no nos han querido pagar lo que en justicia nos pertenece”.
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Y por si aquello no fuera suficiente, los ejidatarios están que trinan contra el constructor, pues destruyeron o están por destruir un gran manantial de aguas termales.
No obstante que pusimos nuestra queja a tiempo, a los ingenieros les valió y pasaron por encima de nuestra fuente de aguas hasta medicinales.
Claro que nos quejaremos, pero…no sabemos ante quién, pero le han hecho un gran daño a la naturaleza por sus mugres tubos, pero callados no nos vamos a quedar…
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El sainete de la semana pasa a ser el del martes negro en el interior y los alrededores del Centro de Convenciones Bicentenario, sede del Gobierno del Estado, donde vaya que se armó el traka traka.
Los maestros indígenas, que tienen un plantón frente a las oficinas de la SEP, hicieron una marcha hacia el CCB y fueron recibidos por el artemarcialista Jefe de Comunicación y otros escoltas del mandatario que los mentores superaron y por mucho al aparato oficial, que por suerte obró la prudencia de los maestros, de otra forma quién sabe qué hubiese pasado.
Es que los paisanos llegaron al Bicentenario y reclamaron de muy fea manera, gritería y media y hasta manotazos, exigieron les pagaran sus quinquenios por una parte y los laudos que los jueces ya fallaron a su favor, por la otra, que deben pagárseles sí o sí, y no hay recurso legal alguno por el que puedan evitarlo.
La cosa es que los maestros arribaron al Bicentenario y con maneras poco amistosas exigieron el pago de lo que ya se ganaron, que ya trabajaron y que debe liquidárseles.
Rompieron las cadenas y se brincaron por donde pudieron y los recibió el mandatario en la más desafortunada acción que le hayamos visto a un gobernador. Se metió entre la muchedumbre tratando se someterlos, pero le salió el tiro por la culata, por decirlo de manera respetuosa.
El primer error, permitir que se adentrara el mandatario entre los enardecidos maestros; segundo, dejar que escoltas y otros funcionarios, entre ellos el Jefe de Comunicación, se pusieron al tú por tú con los maestros que pronto se adueñaron de la situación, pero hubo muchas lamentables y desafortunadas acciones en las que los maestros no se propusieron llegar más lejos, porque de haberlo querido, también hubieran salido airosos.
Tristes y lamentables los bochornosos hechos en que se ve a los funcionarios como viles pandilleros de barrio tratando de contener a la turba.
Y más lamentable ver que el gobernador se quedó solo, o lo dejaron solo, la cosa es que sus cercanos funcionarios brillaron por su ausencia.
Otros van más allá y sostienen que la soledad de un gobernante empezó a verla Esteban en esos tristes y lamentables hechos. Lo dejaron solo y el mandatario incurrió en una gran equivocación que, tarde que temprano se la restregarán en la cara. No es casualidad de que en más de una hora en que empezó la marcha y llegaron al Bicentenario, nunca arribó alguien a echarle una manita al gobernador como para tratar de tranquilizar a los mentores. Lo están dejando solo, algo inédito a los tres años de la administración pues eso ocurre casi siempre, pero en el quinto año, no a la mitad.
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El martes aquel en redes preguntó el Jefe de Comunicación Social por qué no transmitíamos el video en el que Esteban y sus visitantes están negociando de la manera más amistosa.
Esa tarde subimos un par de videos sobre los maderazos que repartieron el traductor estatal y cuatro o cinco escoltas del mandatario, y de acuerdo a lo que vimos en otras plataformas, lo que pasó antes de sentarse a “dialogar amistosamente” fue mucho peor que nuestro material, de modo que debió darse de santos que no lo subimos nosotros, pero no lo subimos porque no era nuestro.
Esa noche, el Jefe de Comunicación subió a redes un texto (que seguimos dudando que él lo haya escrito) en el que habla de las decenas o cientos de grandes empresas que ha traído el actual gobierno, sobre las que no se ha instalado un mondrigo ladrillo.
Aunque, ese no era el tema, el tema fue el de los maderazos que obsequiaron el funcionario de Prensa y otros escoltas a los maestros indígenas, no el “futuro promisorio para Durango…”.
Es que el funcionario –dicen- es experto en Jiu Jitsu, cosa que ni nos va ni nos viene, pero de ser cierto, él sabe que no debió usar su capacidad de tumbar indígenas que exigen el pago de lo ya ganado. Indica la circunstancia que un artemarcialista, como se dice de él, bajo ninguna circunstancia debió soltar un solo golpe, porque el Jiu Jitsu como las demás artes marciales, marcan una superioridad del experto frente a los demás que no son sus pares y no debe usar esa superioridad a menos que esté siendo objeto de una agresión. Eso merece cárcel y “sin consignación…”, como dicen en el rancho.
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Una tercera mala noticia en la semana para el Jefe del Ejecutivo es la que trajo Jorge Romero Herrera, el líder nacional del PAN, que se salió con la suya y le valió que se arriesgara la candidatura común.
Romero Herrera había advertido desde hace varias semanas que el abanderado blanquiazul sería José Antonio Ochoa o no habría alianza, primero, y candidatura común después, y esa es la mala noticia que trajo el jueves.
Todavía hay que formalizar el acuerdo incompleto, pero el abanderado del PAN, que puede ser también del PRI, se llama José Antonio Ochoa.
Esteban le hizo la lucha hasta el final para que fuera Alicia Gamboa, es de reconocérsele pero…hasta el pasado jueves su pasión se le borró de manera automática.
Aparentemente aceptó la decisión panista y aprobó que Ali vuelva a ir por la sindicatura. Vale más la sindicatura que cualquier regiduría, dado que le daría juego político otros tres años decisivos para la renovación estatal que, ya está más cerca que nunca.
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Empero, la cuarta noticia adversa para el Bicentenario, quizá la peor de la historia, la trajo un aviso en redes en el que se ofrece una recompensa para quien proporcione información sobre Esteban.
Rápido la Oficina de Comunicación salió a declarar “fake news”, que no hay tal amenaza que todo proviene quién sabe de dónde, pero…vayan ustedes a saber.
Nunca hemos tenido un problema con el gobernador, y esperamos nunca tenerlo. No somos masoquistas, nos gusta la convivencia. No desearíamos ningún mal al mandatario, pero el hecho de que alguien se haya animado a planear y hacer el diseño del panfleto virtual y subirlo a redes, para nosotros es más que preocupante.
Sobra suponer que el gobernante habrá de multiplicar su equipo de seguridad, pero por donde se analice la amenaza, insistimos, sí que alarma. Allá ellos si siguen considerándolo “fake news”.
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El mundo, efectivamente está cambiando con el mandato de Donald Trump en los Estados Unidos. Ha emprendido un gobierno por demás belicoso con el mundo y puede empujar una lamentable guerra comercial, por lo menos.
Y el mundo, que está viendo la afectación a sus intereses, ha reaccionado igual o peor a las amenazas y sanciones ordenadas por Donald, quien quiere poner aranceles a todo lo que se importa a la Unión Americana.
Se trata, aunque digan que no, de la peor noticia para Durango, pues los temores a esos aranceles están desincentivando a las empresas asiáticas que buscan o buscában instalarse en nuestro estado para quedar cerca de los Estados Unidos, lo que llaman nearshoring (sí está bien dicho nearsoring, no near shoring, como lo dijo el señor traductor estatal, no es la forma correcta, ha de disculpar porque nosotros no dominamos el inglés).
Y nuestro estado, aparentemente ya tenía amarradas 55 grandes empresas que buscaban producir aquí, cerca del vecino país, a fin de venderle su producción sin los aranceles correspondientes.
Los aranceles son un impuesto exagerado a cualquier producto para importación a la Unión Americana, tan exagerado que los firmas chinas están deprimidas y en espera de que algo se corrija del gran atractivo que veían acá.
Por tanto, nos quedamos con ganas de hacer aquí muchos carros para los Estados Unidos, aparte de que…lo más triste: Durango no tiene mano de obra calificada para ninguna armadora de autos y la infraestructura educativa, turística y caminera no se encuentran en su mejor momento, sino más bien todo lo contrario.
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Está arreciando el golpeteo contra José Ramón Enríquez, señal inconfundible de que alguien está más que preocupado y de que hará las piruetas necesarias para impedir lo inevitable.
Lo hemos subrayado, pero nadie nos lo ha entendido, que mientras Enríquez se les está yendo por piernas, los de enfrente: MC, PRI y PAN apenas están reaccionando, pero solo contra el dueño del AMCCI.
Un día sí y otro también le regalan a Enríquez diversa promoción en la que intentan bajarlo del nivel de aceptación popular, y hasta piden a Morena que lo quiten, porque no garantiza el triunfo del partido, pero…no le han hecho ni cosquillas, sino por el contrario, lo han magnificado entre los duranguenses y reposicionado como el mejor para la alcaldía.
Y eso que no han empezado las precampañas pero los golpes contra Joserra están a la orden del día, sobre los que el oftalmólogo se ríe y saca su pañuelo blanco para decretar “amor y paz”. No me voy a enganchar con nadie, no voy a pelear con nadie, y qué bueno que se acuerden de que existo. Me tienen pavor…dice.
Soy otro, recuerda Enríquez. El día que regresé de México advertí a propios y a extraños que no me pelearé con nadie, ni en campaña y mucho menos en la Presidencia Municipal. Si es posible trabajar de la mano con el gobierno, lo hacemos, y si no, nos vamos por nuestro lado pero sin friccionar nada ni con nadie, dice.