Insistimos que mucho se debe hacer para recomponer el tejido social agravado por los últimos crímenes ocurridos en Durango. La responsabilidad es de todos, no nada más de la policía o el gobierno.
El horroroso homicidio registrado ayer por la mañana en el ejido J. Cruz Galvez, igual que el caso del muchacho que mató al abuelo y dejó mal herida a la abuela en Tepehuanes son la muestra más clara de que vamos mal como sociedad.
Los valores que siempre soportaron la estabilidad y el respeto en las familias, no sabemos si ya están perdidos, o todavía podemos recuperarlos, pero serán los expertos los que nos lo aclaren.
Qué esperanzas que los muchachos de ahora se inclinaran y besaran la mano, lo mismo de los padres que de los abuelos, de los tíos y demás, como nos tocó a nosotros. Las nuevas generaciones quizá ni sepan qué son los valores, el respeto a nuestros familiares y a nuestros semejantes.
Tenemos que entender la gravedad de lo que está sucediendo en el núcleo social que es la familia, donde se han perdido las distancias naturales entre padres e hijos, hermanos, tíos, sobrinos, abuelos.
Que nos digan los especialistas si todavía podemos recuperar algo de lo mucho perdido en el alcohol y demás porquerías que abundan.
También que nos indiquen qué debemos hacer, cómo proceder ante tan complejos conflictos y hacerlo a la brevedad. Se trata de algo urgente, que no da margen a fallar.
No está facil resolver tan terribles problemas, pero…de menos hay que hacer lo que nos corresponde y asumir nuestro compromiso, pero todos, no solo la autoridad. El problema, muchas veces nace en el mismo seno familiar y es donde debe atacarse la raíz de muchos conflictos.
No es nuestra especialidad, reconozcámoslo, pero no se requiere mucha ciencia para entender que el problema es nuestro, no de la policía ni del gobierno.
Ellos deben hacer su parte, pero nosotros debemos hacer la nuestra, y en los casos arriba señalados, hemos fallado ambas partes.
Aunque, hay muchos profesionales de la salud que sí entienden el tema y pueden atenderlo. Ojalá nos indiquen qué hacer para hacerlo de inmediato e impedir que esto que conocemos como familia o como sociedad no se nos diluya entre las manos.
Nosotros como medios ponemos a disposición de la sociedad nuestras plataformas digitales de Contacto hoy para la publicación de cuanto esfuerzo se haga para atacar esa calamidad.
No podemos hablar de los demás, pensamos que todos debíamos unir esfuerzos y aportar lo que tengamos a la mano, poco o mucho, pero hacerlo porque se trata de una buena razón.
Estamos listos para lo que se nos requiera porque realmente se trata de algo que no nada más a nosotros nos ha tentado, sino que está minando la estructura elemental de la sociedad, la familia, y eso no debemos permitirlo.
Mucho muy cuestionado el caso del helicóptero que sacó y paseó una bandera blanca por el espacio aéreo de Culiacán, pero no deja de ser un buen intento por pacificar las cosas.
No importa quién gane esa lucha, lo importante es que nunca debió darse, como pidió Ismael “Mayo” Zambada, lo que importa es que las cosas vuelvan a su orígen pacífico, ordenado y progresista.
La otra discusión que también está creciendo a nivel nacional es la aportación del duranguense Manuel Espino Barrientos, quien sugirió dialogar con los cárteles de la droga para evitar la mortandad que azota al país.
Sobra decir que si la intención fuera acabar con los grupos armados, nuestras fuerzas armadas están capacitadas para hacerlo, pero de alguna forma coincidimos con la presidenta Claudia Sheinbaum, no es la violencia el camino para resolver las diferencias.
Ojalá que la paz llegue pronto a Sinaloa y Durango, porque Mazatlán está muriendo poco a poco, y Durango no se queda atrás en su industria turística, también está resintiendo una seria crisis existencial que por igual preocupa a más de cuatro.
El huracán Milton, que golpeó la Península de Florida, dejó una estela de 17 muertos, 3 millones de hogares sin electricidad y daños materiales estimados de manera conservadora en 55 mil millones de dólares.
Uno que hubiera sido, 17 muertos son demasiados, sobre todo si la autoridad avisó a tiempo y pidió a todo mundo que se protegiera, que dejara su casa o su negocio si no estaba hecho con materiales sólidos.
Los que se quedaron se expusieron a la muerte y por lo menos, inicialmente se habla de 17, pero para los vecinos todavía pudiese haber más fallecidos.
Subrayar que dos semanas antes, Helene, otro huracán mortífero, causó estragos, destrucción y muerte en varios estados de la unión americana. Calculan los fallecidos en más de cien.
Y como dijo alguien en las redes: “Qué importa si acá sí tenemos FONDEN…”.
Consuelo de tontos, diría otro, puesto que por mucho dinero que tenga Estados Unidos, y que levantará el tiradero en un dos por tres, todos debemos atender los llamados de las autoridades meteorológicas y proteger el pellejo.
Es que vimos por ahí la entrevista que le hicieron a un hombre de mar en la bahía, pues aseguró: esperaré el huracán, estoy seguro de mi capacidad para nadar. No hay lugar más seguro que mi bote…”. Quizá sí, sí sepa nadar muy bien, pero en los tornados no es que sean muy buenos para nadar, sino que en el remolino destructor van fierros, madera, vidrios y muchas cosas que le pueden alcanzar a uno, y ahí no sirve de nada la habilidad en el nado. O me equivoco?
La presidenta Claudia Sheinbaum anunció en la semana que su gobierno hará una gran inversión en reparar las carreteras de México, pero…en el caso de Durango no se trata de “bacheo”.
Acá, hay muchas partes en las que solo quedan los hoyos. No hay ni el menor rastro de que fue carretera. No se resuelven los problemas con “bacheo”. Necesitan un poquito más, mucho más de los dos mil millones que anuncia la secretaria de obras públicas, Ana Rosa Hernández Rentería, dado que en partes ya no es con “bacheo” sino con reconstrucción total como han de componerse los problemas.
Aparte, no olvidemos que la jefa de la nación manejó el tema en campaña como un de sus objetivos insignia, “más y mejores carreteras para México…”.
Entonces, atendios a esa oferta, esperemos que reconstruyan sobre todo las más fregadas, que son muchas.
No obstante la altanera forma de desviar la atención de la gente, cuando pidió que “con la familia no se metan…”, Evo Morales está a unos metros de la cárcel, con todo y su poder ex presidencial.
Tiene orden de aprensión por violación y estupro de una menor de edad que, habría “comprado” con ciertas cantidades de dinero que estuvo entregando a los familiares de la menor.
La violación y el estupro se persiguen de oficio, y por mucho dinero que le haya dado a la familia, tendrá que hacerle frente a la acción penal.
Se sabe al tiempo que la niña violada era parte del “ejercito infantil” que “cuidaba” al más ladino de las etnias bolivianas. El mentado ejército lo integraban solo adolecentes mujeres.
Repetimos, Morales está a unos metros de la cárcel y, la Fiscalía o Procuraduría de Bolivia solo espera la ubicación del repugnante tipo para ponerlo a buen recaudo.
Aunque Durango mantiene condiciones de tranquilidad en el tema de seguridad, es necesario que en las carreteras que lo comunican con estados vecinos se mantenga la vigilancia, para que se pueda circular por las mismas con toda tranquilidad por parte de la ciudadanía.
Y es que a pesar de los buenos resultados en los operativos implementados en los límites con Sinaloa, en específico en la autopista a Mazatlán, este tema en particular tiene gran relevancia para los duranguenses, por lo que es necesario intensificar las acciones que se llevan a cabo para mantener a Durango seguro, no solo en esta vía mencionada, sino en las de todo el estado en general.
Los duranguenses tienen ganas de poder viajar a todo el país de manera tranquila, afortunadamente Durango está tranquilo, pero en los estados vecinos como Sinaloa y Zacatecas sí hay problemas de inseguridad, que generan incertidumbre.
Si bien se tienen condiciones de seguridad es importante que en las carreteras que comunican con estados vecinos se mantenga la presencia de corporaciones para que se pueda conservar esa tranquilidad.
En cuanto a la estrategia nacional en este renglón, debe mantenerse comunicación con el Congreso de la Unión y el Senado, para impulsar a nivel estatal las reformas que la Presidencia considere necesarias en el tema de seguridad.
Existe confianza en que se hará algo diferente en este renglón y que repercutirá en la seguridad de los estados vecinos de Sinaloa y Zacatecas, por parte de la Presidenta de la República, que incluirá el atender las causas de este problema pues después de 30 días de conflicto las afectaciones son muchas para algunos sectores, que desean airadamente y rezan por que todo vuelva a la normalidad.
A pesar de que las lluvias registradas en el mes de julio de este año renovaron la esperanza de los productores del campo de lograr mejores resultados al sembrar sus tierras, se trata de un ánimo que se desvanece en estos momentos, pues las precipitaciones, otra vez, no se presentaron como se esperaban y por lo tanto no fueron suficientes para garantizar buenas cosechas de maíz, frijol y forrajes.
De tal forma que en estos momentos las expectativas son desalentadoras, como lo han señalado funcionarios de las dependencias del sector agropecuario y conocedores del tema, quienes hablan de otro ciclo primavera-verano con resultados desastrosos, tal vez no tanto como en el 2023, pero tampoco se acercaron a los volúmenes que se levantaban de las zonas de cultivo en años anteriores.
Situación que se relaciona directamente con las condiciones climáticas que se presentaron en lo que va de este año, las cuales reflejan con claridad los resultados del cambio climático que se vive actualmente en todo el mundo, que presentaron condiciones desfavorables para la agricultura, aunque en el tema de la ganadería el panorama es más alentador.
Sin duda esta situación llevará a los órdenes de gobierno a plantear acciones de apoyo a los productores en un corto plazo, pero también implica un reto para buscar la forma de enfrentar condiciones que pueden mantenerse en un largo plazo, que se reflejarán en un tema tan importante como la producción de alimentos.